Publicado: Mar Oct 08, 2013 2:19 pm
por Domper
La cosa no es que los soviéticos pidiesen ayuda, sino que las empresas contratadas (no creo que lo hiciesen por el morro) presentasen diseños claramente abocados al fracaso. Eso implica una de tres: o que fue el cliente (la marina soviética) la que salió con demandas absurdas, o que a la empresa le importaba un pimiento la satisfacción del cliente, o que el gabinete de diseño de la empresa tenía un jefe “inspirado” con ideas delirantes que no coloban ante departamentos sensatos, pero sí cuando no había experiencia.

De hecho la URSS siguió con el mismo concepto, y el ejemplo más llamativo fue el de los portaaeronaves clase Kiev: barcos de 40.000 Tn, me da la impresión que carísimos, y con menor capacidad aérea que el Príncipe de Asturias. A ojo un Kiev costaría lo que cuatro PdA (sin contar el ala aérea embarcada).

Lo de la colaboración entre la Kriegsmarine y los japoneses, por completo de acuerdo. Ambas partes tenían mucho que enseñarse. Por ejemplo los alemanes sabían un par de cosas sobre submarinos y sobre aleaciones.

Lo que no tengo nada claro es que la Kriegsmarine hubiese aceptado los diseños de “baja tecnología” japoneses, por ejemplo las máquinas de los buques japoneses eran (aparentemente) obsoletas frente a las maravillas de alta presión alemanas. Luego las japonesas aguantaban miles de millas y las alemanas no, pero eso ya entraría en el desbarre general de los diseños alemanes. En lo que no estaban solos, los franceses estaban diseñando sus propias máquinas de alta presión que también apuntaban maneras (las clases de destructores Le Hardi y Le Fier prometían ser una pesadilla flotante… mientras flotasen). Hasta la experimentada US Navy experimentaría las bondades de ese tipo de planta propulsora en buques de la postguerra, quedando tan satisfecha que se pasó a las turbinas de gas en cuanto pudo.

Saludos