Publicado: Vie Abr 25, 2008 11:03 am
por Domper
Perdonarás, pero todo eso es una tontería como un piano de cola.

Nadie duda del valor personal de Rommel ¿y? Dirigir las tropas desde primera línea puede ser conveniente para una división, tal vez para un cuerpo de ejército reducido, pero desastroso para un ejército.

El problema es que mientras el general está montado en su coche blindado capturando sudafricanos despistados, pierde el control del resto de sus unidades, como de hecho pasó varias veces en África. Peor aún, hay posibilidades reales de ser herido, muerto o capturado, y eso sí es desastroso: deja a las tropas sin mando en el peor momento.

Eso ocurrió en la batalla de El Alamein: en pocos días perdieron dos mandos clave: Stumme (muerto) y Von Thoma (capturado) cuando seguían la práctica de Rommel de estar en primera línea. No ocurrió sólo ahí, el ejército alemán fue el que perdió más oficiales generales a lo largo de la guerra, muchos de ellos nada más tomar el mando de su unidad, por la práctica de estar muy cerca de primera línea sin tener la precaución de disimularse: los coches de mando o los uniformes vistosos atraían los ataques de todo lo que rondaba o volaba con los consiguientes efectos.

Y ¿era tan importante? En la DEV Muñoz Grandes consiguió controlar perfectamente la unidad usando medios técnicos (la radio). Mando como Von Manstein, Patton, Slim o Malinovsky también controlaban sus unidades y conseguían grandes éxitos sin tener que exponerse a los disparos. No está de más recordar que no sólo el general se expone a los disparos, sino que todo el personal de Estado Mayor y de comunicaciones se encuentra en las mismas, y es mucho más difícil de reemplazar.

Y el ejemplo palmario puede ser la batalla de Midway. Durante ella Nimitz permaneció ¿cobardemente? En su cuartel general de Pearl Harbor, mientras que Yamamoto se embarcó ¿valerosamente? en el Yamato. Durante la batalla Nimitz pudo controlar sus buques cuando quiso, porque tenía a su disposición todos los medios de comunicaciones. Mientras que Yamamoto, que estaba en una escuadra que operaba con silencio radiofónico, sólo podía escuchar como Nagumo cometía un error tras otro sin poder intervenir.

Por otra parte, respecto a la habilidad o no de Rommel. Rommel fue un táctico excelente, magnífico general de división y buen jefe de cuerpo, pero a niveles superiores fue un desastre. Simplemente porque no tenía en cuenta "detallitos" como la logística. Se quejaba de no recibir suministros en Egipto pero ¿quién fue le que se dirigió hasta ahí en contra de las órdenes recibidas? Se quejaba de la marina italiana pero ¿por qué no se tomó Malta? Se quejaba de que no se tendiese una línea de ferrocarril pero ¿lo hizo él? Etcétera. Se suele olvidar que el Afrika Korps disponía de la tercera parte de los camiones del ejército alemán, y aun así Rommel protestaba.

Su actuación en Normandía también fue gloriosa: puso a las tropas a cavar fortificaciones descuidando el entrenamiento. Luego, las fortificaciones costeras fueron superadas (y abandonadas) en horas, y las unidades situadas en esa línea (las que no se habían entrenado) se disolvieron a la primera de cambio, lo que obligó a que fuesen las valiosísimas unidades móviles las que asumiesen la defensa, lo que impidió a su vez cualquier contraataque. Olé.

El proverbio es "los aficionados hablan de estrategia, los profesionales, de logística". Rommel ignoraba la logística. Era un buen táctico, pero que había llegado demasiado alto.

Eso no quita que no fuese mucho mejor que otros mandos. Montgomer, por ejemplo, era un táctico mediocre (mucho mejor su jefe de Estado Mayor Francis de Guingand que sí hubiese sido ideal para su puesto). Pero sus soldados no enfermaban de "ictericia" ni de "disentería" porque se preocupaba de llevar agua potable además de combustible y municiones, insistía en que sus soldados cavasen letrinas y no sólo trincheras, etcétera.

El ejército inglés en África cuando tomaba una posición alemana prefería establecerse en otro lugar, porque consideraba que los alemanes vivían en la inmundicia. Eso le costó a Rommel perder soldados veteranos que luego no estaban disponibles el día clave. Estaba muy bien lo de pasearse en su Storch por la línea de frente, pero no hubiese pasado nada si hubiese husmeado un poco las trincheras.

Saludos