Publicado: Vie May 06, 2011 12:42 am
por Domper
Varios detalles.

Por una parte: la mayor parte de la tripulación de un acorazado se dedica a operar armamento y máquinas. Por desgracia, la especialización necesaria para ser fogonero o cargador de un cañón de 37 mm es bastante menor que para ser torpedista.

De producción en serie… ya nos metemos en cuestiones como la economía nazi. La industria nazi estaba pensada para dar beneficios a los alemanes, no para ser eficiente. Con todo, los tipo VII estaban muy estandarizados, y se produjeron más de 700. No hace falta meter por medio la modularidad, sólo serviría para complicar la producción (como pasó).

Lo del entrenamiento. Los norteamericanos tuvieron dificultades, a pesar de que su flota “sólo” se triplicó o cuadruplicó. Tenían un gran contingente de reservistas aptos para la instrucción, y muchos barcos donde hacerlo. La flota alemana (especialmente la submarina) era nueva por completo. No se pueden entrenar 200 dotaciones en dos o tres años. Y el problema es que la mayor parte de las dotaciones no fueron ni de Priens ni de Topps, sino que apenas consiguieron algún hundimiento, o ninguno. La media de hundimientos por submarino alemán es de menos de cinco barcos. Si un buque hunde veinte… hay tres que no hunden nada, y así fue.

De incursiones sobre Islandia. La flota británica era bastante reducida (consecuencia de los tratados de limitaciones navales) y no tenía barcos como para cumplir todos sus compromisos, por eso se mantuvieron en servicio antiguallas como el griego Giorgios Averoff. En el Norte de Inglaterra la fuerza presente habitualmente era de cuatro acorazados (más o menos, y uno solía ser el Renown), un portaaviones, una docena de cruceros, y la pantalla de destructores. Bastantes de esos barcos estaban patrullando continuamente el estrecho entre Islandia y Escocia, suficientemente amplio y tormentoso como para ser difícil de vigilar (el Scheer o los Scharnhorst lo cruzaron).

Se trata de buscar una batalla aeronaval, a ser posible cerca de Noruega, atacando (por ejemplo) la línea de vigilancia. En eso no tengo dudas, la Fleet Air Arm era muy deficiente, y sería derrotada. Probablemente alguna unidad pesada sería averiada o hundida, además de los portaaviones. Entonces Inglaterra tendría dos opciones: o abandonar sus compromisos por todo el mundo, para concentrar sus viejos portaaviones en Escocia, o dejar abierta la salida a barcos alemanes. Las incursiones desde esa línea no necesariamente serían de corsarios camuflados. Un par de cruceros “ligeros” (lo de ligeros y pesados es para discutir aparte) pueden adentrarse en el Atlántico Norte y atacar a algún convoy antes de volverse. Eso obliga a escoltar los convoyes, lo que dispersa aún más la flota inglesa. Simplemente eso ya es una victoria.

Lo de los portaaviones de escolta, y dale ¿de dónde lo sacas? Los barcos que propongo serían barcos de flota (tipo los Hiryu) y portaaviones “ligeros” tipo los Colossus (o los Hiyo si el proyecto no salía muy bien). Los segundos son barcos que superan los 25 nudos, de cerca de 30.000 Tn a plena carga, capaces de operar con aviones pesados (torpederos y bombarderos en picado). Nada de portaaviones de escolta.

Obviamente, operarían juntos (principio de concentración). E Inglaterra no tenía muchos más barcos. Repasando, se tenían:

- El Argus, el Hermes y el Eagle. Barcos viejos y de escasa capacidad, recientemente retirados y puestos de nuevo en servicio a toda prisa. El Hermes, por ejemplo no se consideraba apto para el combate, y el Argus hizo sobre todo de transporte de aviones.

- Dos Corageous y un Furious, diseños mediocres de capacidad limitada. El Furious estaba especialmente mal y actuó sobre todo como transporte.

- El Ark Royal, el único barco moderno.

En construcción, cuatro Illustrious. Hasta 1943 no se entregó el Unicorn, un portaaviones ligero, y hasta 1944 los dos Implacable.

Si a eso sumamos lo malo de la aviación embarcada (Sea Skua, Fulmar, Swordfish), la pequeña capacidad de los barcos ingleses, y la carencia de pilotos… la superioridad inglesa es marginal, sobre todo si hay que atender al Mediterráneo y al Índico.

Si juntas una flota capaz de derrotar a la inglesa en el Mar del Norte (no suficiente como para aniquilar, si para dar “sustos” tipo el de Singapur), un número razonable de submarinos (el plan incluía potenciar su construcción en lo compatible con el entrenamiento, la capacidad de los astilleros y no alarmar)… No sé si bastaría para derrotar a Inglaterra. Si de paso España entraba en guerra (posible en este escenario, tras alguna derrota naval británica) y la flota italiana tenía acceso al Atlántico, mal veo a Inglaterra.

Saludos