Publicado: Jue Nov 03, 2011 1:28 pm
por Domper
Te recomiendo que revises este enlace: Análisis de lso daños del South Dakota en Guadalcanal

La verdad es que hablaba de memoria, en otro punto he encontrado que los proyectiles de 14 pulgadas que tocaron al SD fueron al menos seis, y el total de proyectiles, 26 o 27. Al menos se recibieron seis proyectiles de 356 mm y ocho de 203 mm. Hay que tener en cuenta que por lo menos dos de los de 356 mm eran incendiarios, pero estos no tocaron el blindaje sino que estallaron en las superestructuras y fueron responsables de buena parte de los daños. El artículo está muy bien documentado, y se ha basado tanto en informes tras el combate, como en el análisis de la US Navy, la revisión de fotografías, y el análisis de los testimonios de oficiales japoneses presentes en el Kirishima y otros buques. Hasta se ha intentado analizar el orden de los impactos (para poder decir: este impacto corresponde a la salva tal disparada por el Kirishima a las 3:25...). Como digo, es exhaustivo y deja poco a la imaginación. En esa misma página hay análisis de daños de otros buques (Kirishima, Hood, Bismarck, Illustrious, etcétera) que vale la pena revisar.

Hay que recordar que los proyectiles de 356 mm que alcanzaron al SD lo fueron disparados casi a quemarropa, a distancias de unos 5.000 m (se ha disminuido la distancia que antes se pensaba que fue de unos 8.000 m). Es decir, la coraza del SD resistió impactos que la del Bismarck no pudo detener, a distancias similares y contra un cañón similar (el inglés de 356 mm del KGV era un modelo mucho más moderno, pero el peso de los proyectiles y la velocidad inicial eran similares). También soportó impactos submarinos.

Por otra parte: un análisis similar (estudiando fuentes japonesas) muestra que el Kirishima fue alcanzado no por siete proyectiles de 406 mm, sino por unos veinte. Parece más razonable, además, dada la escasa distancia. No parece lógico que a 5.000 m y con un radar de tiro que da la distancia exacta del blanco, se consiga apenas un 7-8% de impactos. Normalmente la dispersión de los proyectiles impide que en una salva haya más de un impacto, pero a menso de 5.000 m… Se puede aumentar o disminuir la dispersión (normalmente al inicio del tiro los cañones se desalinean un poco, para centrar al enemigo cuanto antes, pero en cuanto está centrado, se alinean para maximizar las probabilidades de tocarlo).

Por cierto, en ambos casos parece que la distribución de los impactos fue una especie de “nube”, con el centro en la parte baja de las superestructuras, unos pocos impactos en la flotación, otros pasando por plataformas, mástiles y demás. Eso explicaría también e aguante del Bismarck, la mayor parte de lo que soportó se limitó a estallar donde poco daño podía hacer.

En todo caso, los daños del SD y del Kirishima muestran lo violento del combate, pues en pocos minutos se sufrió lo que los cruceros alemanes en Jutlandia sufrieron en horas. Apenas hay parangón: la explosión del Invincible, el cañoneo a los cruceros italianos en Matapán, el enfrentamiento entre el Hiei y cruceros norteamericanos dos noches antes, y poco más. El que el SD saliese bien librado del combate (con muchos daños, pero que no le hubiesen impedido seguir combatiendo) dice bastante de las bondades del diseño.

En esta línea, conviene recordar que aunque el Bismarck resistió mucho sin hundirse, los primeros impactos ya causaron daños importantes. En el Estrecho de Dinamarca, uno perforó un depósito (eso es lo normal al tratarse de una zona sin protección, pero es que el Bismarck en esa zona sí la llevaba, pero insuficiente: peso y dinero malgastados) y otro destruyó un generador (que estaba dentro de la zona protegida). En su combate final, el primer proyectil del Rodney (de 406 mm pero un 20% más ligero que los norteamericanos del mismo calibre) dejó fuera de combate parte de la artillería principal.

La resistencia del SD en Guadalcanal no debe despreciarse, porque ese combate fue, aun más que el de Midway, el que marcó el punto de inflexión de la guerra naval en el Pacífico. Recuerda que la idea japonesa era que las “fuerzas ligeras” (aviación naval o terrestre, submarinos, destructores) desgastarían al enemigo, que sería derrotado por los acorazados en una gran batalla en aguas propias. Perder dos acorazados en tres días implicaba que si se quería luchar esa gran batalla, había que replegarse: se acabaron las invasiones (las últimas fueron en Agosto de 1942, después de Midway: Milne Bay t Nauru) y no se volverían a arriesgar ni acoraazdos ni portaaviones hasta la gran batalla. Si el SD hubiese sido hundido, es posible que Japón hubiese intentado seguir luchando en las Salomón.

Pero eso son disquisiciones. Lo que quiero decir es que aunque los KGV no eran malos barcos, no tenían comparación con los North Carolina o los SD. Un acorazado de características parecidas a los KGV (de diseño muy diferente, pero con protección parecida), el Jean Bart, pudo haber volado en combate con el Massachussetts, pues un proyectil de este estalló dentro de un pañol de munición… que estaba vacío. En esa acción el Massachussets recibió tres proyectiles de baterías costeras de 194 mm, que causaron daños insignificantes.

Los SD tenían varias deficiencias, debidas a la misma limitación que los KGV: las 35.000 tn de desplazamiento estándar. Pero el conjunto era más equilibrado que los KGV, sobre todo por renunciar a un par de nudos de velocidad.

Saludos