Publicado: Dom Mar 27, 2011 2:33 pm
por Domper
Lo escrito por Churchill es, por desgracia, peligrosamente unilateral. Es una historia escrita a posteriori y que demasiadas veces tiende a justificar las decisiones del autor. Pero lo importante es que muestra cual era la opinión inglesa. Un hecho importante es que los barcos franceses en puertos ingleses fueron tomados sin problemas. La presencia de la flota francesa en un lugar accesible para los alemanes (o italianos) implicaba el riesgo, muy real, de un golpe de mano. Pues todo el mundo recordaba lo de Scapa Flow, y tenía presente que la flota francesa podría ser autohundida.

Imaginemos que la flota francesa es desmovilizada en, por ejemplo, Bizerta (o en Tolón, aún mejor). Se puede planificar un asalto durante meses. De paso, la comisión mixta encargada de supervisar la desmovilización y desarme de la flota puede insistir en que se retiren los dispositivos para barrenarla: es decir, las cargas de demolición, y de paso las municiones. Los barcos pueden ser hundidos abriendo grifos de fondo, o incendiados, pero ya no es tan sencillo. Un asalto decidido y bien planificado podría entregar al Eje una fracción importante de los barcos franceses.

Otra posibilidad que no puede descartarse: que Alemania obligase a Francia a declarar la guerra a Inglaterra. Y de nuevo, recordemos que apenas seis meses tras el pacto de Munich la Bestia invadió lo que quedaba de Checoslovaquia. Napoleón había hecho lo mismo, los países vencidos pasaron a ser aliados del corso contra los ingleses (por ejemplo, Holanda con toda su flota).

Recordemos que la flota francesa no era nada despreciable, incluía dos acorazados (que no cruceros de batalla) modernos, aptos para la guerra contra el tráfico, y un buen número de cruceros modernos con similar capacidad. La Royal Navy no era la de 1914 y su capacidad era limitada: la presencia de una flota francesa en el Atlántico podía causar una grave crisis.

Luego la flota francesa en un lugar que no pudiese ser controlado por la Royal Navy era una amenaza. Y recordemos que Inglaterra había aceptado que Francia rompiese el acuerdo (que le obligaba a no negociar por separado) con la condición de salvaguardar la flota.

Otro detalle: se ha hablado del paso de Gibraltar. Este era, en principio, imposible. No sólo por la flota presente en Gibraltar, sino también por las baterías artilleras: había diez cañones de 234 mm (similares a los de los cruceros acorazados de la Gran Guerra) situados en posición elevada y un alcance superior a 30.000 m. Aunque su calibre era insuficiente para hundir a un acorazado (en principio) podían causar daños muy graves, y podían batir a cualquier crucero. Además las baterías costeras son más precisas que el fuego naval (al ser su posición exacta, y en el Estrecho, poder triangular la posición de los blancos según referencias geográficas). Había también cañones de 152 mm pero dispuestos para disparar hacia el territorio español, así como cañones de menor calibre.

Cualquier buque que sobrepasase el Estrecho (no es difícil para una flota navegando a alta velocidad y protegida por cortinas de humo) se encontraría con que tenía que rodear toda la Península antes de llegar a puertos franceses. Y cualquier barco dañado se enfrentaría a un buen problema.

Eso sí, si España entraba en guerra, la situación cambiaba por completo. Mantener una escuadra en Gibraltar era imposible, estaba dentro del alcance de las baterías españolas del Estrecho. Aunque la fortificación de Gibraltar pudiese resistir, las baterías de costa estaban situadas en emplazamientos abiertos, vulnerables a la aviación, a la artillería terrestre o cualquier arma de tiro curvo (morteros pesados, como los de 305 mm sobrantes de la Guerra Civil). Dado que el Estrecho no se puede minar (por la profundidad), y disponiendo de las instalaciones españolas (los astilleros de Cádiz y los fondeaderos de la costa andaluza, la marroquí o la de Ceuta) pasaría de ser una barrera a las flotas del Eje, a ser una magnífica base, alejada de las bases británicas e imposible de bloquear.

En este escenario, con España en guerra y Gibraltar anulado, una posible intervención de la flota francesa (con pabellón francés o del Eje) implicaría como mínimo una grave crisis.

Para acabar: en el relato de Churchill se hace hincapié una y otra vez en la postura de Darlan. Que odiaba cordialmente a los ingleses, creo que es evidente… pero ese sentimiento se extendía a casi todas las marinas del mundo, empezando por la española y siguiendo por la norteamericana.

La cuestión es otra. Es opinión personal, pero creo que Darlan pensaba en 1940 que Inglaterra iba a ser derrotada. En ese caso, unirse al bando perdedor no era opción, menos aún enviar una flota que se perdería y además empeoraría la situación francesa ante Hitler.

Lo cierto es que tuvo la posibilidad de ser un “super De Gaulle”, controlando la flota y, probablemente, las colonias, tal vez incluso Córcega. Pero si crees que Alemania va a vencer, no es buena elección. Mejor cola de león que cabeza de ratón. En 1942, sin embargo, Darlan ya sabía que Inglaterra no sería derrotada, y la situación alemana no era buena, tras las derrotas ante Moscú y en África. Con Estados Unidos en guerra (que acababa de vencer en Midway) había posibilidades de una derrota alemana. Era el momento para un cambio de bando. Las balas de un asesino fueron el premio de Darlan.

Saludos