Publicado: Mar Nov 05, 2013 12:25 am
por Eriol
Hola!!

Ramcke escribió:Richard Overy, en el capítulo 6 de su libro " Por qué ganaron los Aliados", admite más allá de datos y números, la valía de Speer como gestor, pese a que sus reformas, no empezaron a dar fruto hasta el verano de 1943, cuando ya el III Reich tenía perdida la guerra.

Pero ese es el problema camarada. Las supuestas reformas de Speer ya se habían implementado antes. En el link que te he puesto se deja bastante claro, con el ejemplo del Ju 88, que Speer tiene más de mito que de realidad. Sobre el ejemplo de la racionalización de productos te cito un extracto de Overy:

Por supuesto los problemas de la economía de guerra alemana no se debieron solo a que no se movilizara la mayoría de industria de producción en serie del país,pero esto fue sintomático de un sistema de producción en el que la complejidad técnica siempre se prefirió a la fabricación de grandes cantidades de armas estandarizadas. Al final fue necesaria la intervención de Hitler para resolver el problema. Ante las quejas de los industriales ,Hitler convoco a un grupo de lideres militares y civiles en Berchtesgaden en mayo de 1941 y reprendió a los militares por agobiar a la industria con exigencias técnicas innecesarias. Pidió “una construcción mas primitiva y solida” y la introducción de “la burda producción en serie”. Los militares le hicieron poco caso. En diciembre de 1941 Hitler convirtió su petición en una orden ,un Decreto del Fuhrer sobre Simplificación y aumento de la eficiencia en la producción de armamentos. Citando el éxito de las fabricas soviéticas ,ordenó a la industria alemana que se embarcase en la “producción en serie de acuerdo con principios modernos” e insistió en poner a industriales a cargo de ella.

Overy ,Richard "¿Por que ganaron los aliados?" Tusquets octubre 2011 Pag 271-72

como ves uno de los puntos que tradicionalmente se le atribuyen a Speer, el simplificar el armamento, ya estaba en tramites cuando el cojió el ministerio de armamento y no era un don nadie quien propugnaba por el.

En el enlace que te puse en primer lugar se puede leer del forista Jose Luis las siguientes conclusiones, que no son suyas sino de reputados investigadores y doctores económicos:

El programa del Ju 88 puede dar una idea de por qué la concurrencia del milagro del armamento alemán y el reinado de Speer podrían haber sido justamente coincidentes. Fue en mayo de 1938 cuando el departamento de aviación decidió finalmente que el bombardero Ju 88 se convertiría en una de las mayores armas de la fuerza aérea alemana. Las firmas que se escogieron para participar en este programa fueron instruidas para acabar su producción establecida y adaptar sus plantas al nuevo diseño. La producción del bombardero Ju 88 comenzó en 1939. Las firmas utilizaron los dos años siguientes para bajar sus curvas de aprendizaje y para realizar incrementos sustanciales en la productividad laboral que tenía lugar en la primera fase de una cadena de producción. En febrero de 1942 Speer se convirtió en ministro de armamentos. Esta fue exactamente la fecha correcta para ser acreditada con el considerable incremento en la producción del Ju 88 en los dos años y medio siguientes. Este crecimiento no fue un milagro repentino hecho posible por Speer, sino la continuación de un desarrollo que había comenzado en 1938 y que fue avivado por los consiguientes efectos de aprendizaje y el crecimiento de la inversión de trabajo y capital de las firmas, tal como se ha visto anteriormente.

Pero vayamos a mayores,todavía.En “The wages of destruction :The making and breaking of the nazi economy” de Adam Tooze paginas 556-7 podemos leer lo siguiente:

Insistir en la función ideológica del “milagro de los armamentos” de Speer no implica en modo alguno, por supuesto, que fuera mera ilusión. Al menos hasta el verano de 1944 la retórica estadística no fue fraudulenta. La producción de armamentos creció efectivamente. De hecho, la peculiar importancia de la historia de Speer para la maquinaria propagandística reside precisamente en el hecho de que era un aspecto de las noticias que el régimen aún podía controlar. Mientras Goebbels empezaba a darse cuenta dolorosamente de la dificultad de gestionar malas noticias del frente, el esfuerzo armamentístico alemán se desarrolló en buena medida sin interferencia de los Aliados hasta al menos la primavera de 1943. (…) Se podía seguir rompiendo récords y se podían presentar nuevas armas con presteza para el cumpleaños del Führer. Cada tanque, cada avión que salía de las fábricas reiteraba el mismo argumento solipsista: mientras Alemania pudiera seguir produciendo armas de tal calidad a un ritmo cada vez mayor, su destino no estaría sellado.

El aumento en la producción de armamentos fue lo bastante real. Pero, dada la función notablemente política del “milagro de los armamentos”, el registro histórico del ministerio de Speer debe tomarse con mucha cautela. Demasiados historiadores han sido demasiado acríticos en su aceptación de la retórica de la racionalización, la eficiencia y la productividad de Speer. Un examen frío de las estadísticas indica que los aumentos logrados después de febrero de 1942 fueron mucho menos excepcionales de lo que se suele creer. El crecimiento repentino de la producción alemana de armamentos estuvo lejos de ser milagroso. Se debió a causas perfectamente naturales: esfuerzos de racionalización y reorganización que habían comenzado mucho antes de la llegada de Speer al poder; la movilización despiadada de los factores de producción; el retorno de las inversiones efectuadas al principio de la guerra; y un sacrificio deliberado de la calidad en favor de un incremento inmediato de la cantidad. Y esta no es una crítica meramente puntillosa. Va directa al corazón de la visión ideológica que Speer tenía de la economía de guerra como un flujo sin límites de producción liberada por un liderazgo enérgico y el genio tecnológico. (…) El milagro de Speer no estaba libre de restricciones. La economía de guerra alemana después de 1942 estaba limitada por los mismos compromisos fundamentales que la habían restringido desde los primeros años de la guerra. Y hacia el verano de 1943, estas restricciones, combinadas con los primeros ataques sistemáticos contra la industria alemana por los bombarderos aliados, detuvieron completamente el “milagro” de Speer. (…) No sólo se estancó la producción de armamentos, sino que la presunción fundamental de Speer se reveló como una ilusión. Con todos sus esfuerzos, Speer y sus colaboradores no podían alterar el aprieto estratégico de Alemania.


Si quieres abrimos un tema para debatirlo especificamente.

Saludos