Publicado: Mié Abr 28, 2021 5:56 pm
por Kurt_Steiner
Aunque España fuera un país neutral durante la segunda guerra mundial, no deja por ello de resultar atractivos para los interesados en la tecnología militar de esos años los intentos españoles por dotarse de una fuerza acorazada, casi siempre a remolque de lo aprendido y observado en el extranjero. Sirva esto a modo de entrada.

España tenía una experiencia limitada en lo referente a tanques y vehículos blindados. Los primeros tanques españoles fueron pequeñas importaciones del Renault FT (y un solo TSF) y Schneider CA-1 de Francia. También recibirían un Fiat 3000A de Italia. Los carros blindados eran igualmente escasos, pero se fabricaron varios carros blindados improvisados ​​para servir en el Rif, escoltando convoyes.

El omnipresente Renault FT jugó un papel importante en los primeros pasos de las unidades blindadas ibéricas. Ya en 1918 España presionó al gobierno francés para que le vendiera tanques de este tipo, pero los FT-17 no llegaron hasta después de un largo período de idas y venidas entre españoles y francese. Fue en junio de 1919 cuando llegó un FT armado con una ametralladora, y los franceses rechazaron realizar cualquier venta adicional.

Durante la Guerra del Rif, tras el desastre de Annual (22 de julio de 1921) se envió otra solicitud a los franceses pidiendo más tanques, y finalmente se entregaron 10 FT y un tanque de mando TSF el 12 de enero de 1922. Se compraron también seis Schneider CA-1 en septiembre de 1921, que se enviaron a Marruecos en febrero de 1922. Teniendo en cuenta el tipo de guerra que se libraba en el Rif, se me escapa por completo qué es lo que pensaban lograr con estos tanques lentos y torpes de movimientos en semejante campo de batalla.

La mayoría de estos tanques todavía estaban en servicio en 1936, algunos de ellos de primera línea, pero la mayoría habían sido relegados a tareas de entrenamiento. Diez FT todavía estaban operativos, junto con seis Schneider CA-1. El Fiat 3000A se recibió en enero de 1925 y luego se modernizó con un cañón de 37 mm; se creía que había sido canibalizado por piezas al estallar la Guerra Civil.

Hasta 1925 no hubo ningún tanque autóctono. El primer intento fue el Trubia, un proyecto fallido, como ya veremos...