Publicado: Jue Jul 05, 2007 3:55 pm
por Domper
En el quiz esta vez iba de tiradores. Pueden hacerse algunos comentarios:

El primero: sé que es guerra perdida. Pero la palabra "francotirador" es un galicismo, derivado del término "franc-tireur", que aunque se suele asignar a los "francotiradores" describía realmente a un tipo de infantería irregular. El término se acuñó durante la revolución francesa, pero se aplicó sobre todo a las partidas que se levantaron contra los ocupantes prusianos en 1871. En francés "franc-tireur" no sólo se traduce como "francotirador", sino como "guerrillero" (con connotaciones patrióticas, sólo son "franc-tireurs" los guerrilleros franceses, no los que actúan contra los franceses). Recordad que las guerrillas franceses durante la SGM se apodaban "FTP": "franc-tireurs et partisans".

Aunque el término "francotirador" está aceptado, en castellano el término correcto (y por desgracia cada vez menos usado) es "paco". Los "pacos" eran los rifeños que disparaban contra las columnas españolas ("paco" es una onomatopeya del ruido del disparo de un fusil, algo así como "pac-ummm") y por extensión cualquier tirador que actúa en solitario y emboscado.

Como el ejército es como es, no llama a las cosas por su nombre (el ejército no tiene "tanques", sino "carros de combate") y en sus manuales usa los términos "tirador de elite" (otro galicismo) o "tirador selecto", asépticos pero descriptivos. Antes también se usaba el término "cazador" (asignado a un tipo especial de infantería ligera y por extensión a los tiradores) pero está en desuso.

En resumen: lo correcto es decir "tirador" o, mejor aún (aunque la gente no lo entienda) "paco". "Francotirador" es un galicismo propio de periodistas pero no de conocedores de la historia militar.

Siguiendo:

Se ha dicho que los tiradores actuaban desorganizando los ataques enemigos acabando con los oficiales, y eso es una verdad a medias. Un tipo de tirador sí hacía eso, pero el "tirador selecto" tipo Zaitsev lo hacía raramente, pues esa situación le ponía en desventaja. El motivo es la artillería.

Aunque un tirador pueda disparar desde una fortificación, no es lo ideal, el enemigo espera que se le dispare desde ellas, e intentará mantenerse a cubierto. Por lo general actúa emboscado en la "tierra de nadie" o incluso infiltrado en las líneas enemigas, desde donde puede elegir objetivos más valiosos (vaya forma de describir lo que es casi un asesinato). Pero durante una batalla, mantenerse en esas posiciones es peligrosísimo, porque el fuego de artillería que resulta poco efectivo contra unidades a cubierto es eficacísimo contra los que atrapa en descubierto. De hecho, durante la guerra se empleaban varias tácticas artilleras dirigidas expresamente a "atrapar" al personal fuera de las trincheras, como el bombardeo por tiempos, las barreras de fuego invertidas, o el fuego repetido. Esas tácticas eran más o menos eficaces contra una posición, pero contra personal al descubierto eran demoledoras. Un tirador atrapado por una barrera de fuego tenía mínimas posibilidades de sobrevivir.

De hecho, pronto se aprendió que contra un tirador había dos armas efectivas. Una era el uso de los tiradores propios, en duelos que se han hecho célebres (como el famoso y posiblemente falso de Zaitsev en Stalingrado, o el de "pluma blanca" en Vietnam, este real). La otra arma era la artillería. Esto sólo podían hacerlo los ejércitos pudientes, es decir, los rusos y los americanos (en la SGM y más en Vietnam). Los norteamericanos sobre todo barrían con barreras de artillería cualquier zona en la que se sospechase la presencia de tiradores, lo que hacía su vida interesante (y corta).

Es decir, si una posición era atacada, el tirador lo que tenía que intentar era refugiarse. Su armamento tampoco ayudaba, pues los fusiles de cerrojo con miras telescópicas impedían fuego rápido (lo habitual era disparar a uno o dos objetivos por minuto). Y el fuego de precisión es mucho menos preciso contra objetivos que se mueven (durante un asalto). Por eso era mucho más eficaz un tirador situado en una posición retrasada o de flanqueo.

Como curiosidad, los tiradores fineses, que tienen el récord absoluto (dos de ellos, Simo Häyhä y Sulo Kolkka, alcanzan más de 500 "blancos") evitaban el uso de miras telescópicas, y preferían las miras abiertas clásicas. En parte porque se helaban, pero también porque las miras telescópicas cerraban el campo de visión e impedían reaccionar rápidamente. Los tiradores fineses se emplearon a fondo reduciendo los "motti", es decir, las bolsas en las que habían quedado atrapados los soldados rusos, desde cortas distancias. Simo Häyhä reclamaba, además de sus 505 bajas como tirador (con miras abiertas, al parecer confirmadas), otras 200 con subfusil (no confirmadas). Todo eso lo consiguió en 100 días, es decir, de cinco a siete "blancos" diarios, un total asombroso… y aterrador.

En resumen, durante un ataque los tiradores selectos lo tenían crudo. Otra cuestión podía ser en acciones fluidas. Los tiradores sí resultaban eficaces retrasando el avance de tropas tras una ruptura, obligando a cubrirse al enemigo, a tomar precauciones, y desorganizándolo al dejar fuera de combate a sus mandos. La moraleja fue que los oficiales aprendieron enseguida a no llevar carteras de mapas ni prismáticos (que los llevase el asistente que para eso le pagaban), a ocultar sus insignias, y desde luego a no llevar uniformes bonitos. Los tiradores cobraban un duro peaje a los mandos recién salidos de las academias.

La eficacia de los tiradores en esas acciones era tremenda. En varias ocasiones durante las dos guerras mundiales un tirador fue capaz de frenar avances durante horas. Los tiradores alemanes retrasaron el avance de los paracaidistas ingleses en Arnhem durante unas horas cruciales, y tal vez decidieran la batalla. En 1967, un grupo de tiradores sirios defendió un sector en el Golán que normalmente hubiese estado a cargo de una brigada (fueron derrotados pero sólo cuando los israelíes atacaron con tanques). En las Malvinas, un tirador argentino retrasó el avance del ejército inglés durante varias horas.

Otro comentario. Se ha dicho que los mandos eran los objetivos, y es cierto a medias. Como he dicho, el "campo" ideal para los tiradores en la SGM no eran los asaltos sino la guerra de posiciones, en las el tirador de elite puede estudiar el terreno, apostarse, y elegir sus blancos. En estos casos el objetivo no es sólo matar a los mandos, sino crear sensación de inseguridad y obligar al contrario a vivir como topos en el fondo de sus refugios. Los objetivos en estos casos son frecuentemente soldados de servicios: mensajeros, furrieles, cocineros… Eso evita que el enemigo se relaje: si hay tiradores enemigos, no se puede salir de las trincheras ni para defecar.

Más comentarios: categorías de tiradores. Ya en la SGM hubo dos tipos, cada uno con una misión diferente. Uno era el que todos tenemos en mente, el "tirador selecto" que se aposta en una posición durante horas esperando que un tenientillo novato asome la cabeza a un kilómetro de distancia. Pero estos eran los menos, hay muy pocos soldados que tengan al mismo tiempo esa puntería, la habilidad de esconderse, y la resistencia psicológica a lo que era casi un asesinato. Por eso se solían seleccionar cazadores, guardabosques, etcétera, como los famosos cazadores siberianos, o Carlos Hathcock, el legendario "pluma blanca" de Vietnam, que en la infancia cazaba para alimentar a su familia.

Otra misión era el tirador de apoyo. De este no se esperaba que matase a un coronel a 800 m, sino que actuase como un arma de apoyo más, tanto durante la ofensiva como durante la defensiva. A la defensiva disparaba desde posiciones propias, como un soldado más, pero seleccionando sus blancos y con mayor precisión. Durante la ofensiva dispararía contra tropas enemigas de refuerzo o en retirada, y sobre todo sobre las armas colectivas (ametralladoras, lanzagranadas, cañones contracarro) actuando desde segunda línea. Claro está, tiraría contra cualquier mando que se identificase.

Esta fue la misión de la mayor parte de los tiradores (y tiradoras) soviéticos durante la SGM. Como cualquier "trabajo" de la infantería, es tarea peligrosa. Los tiradores son especialmente odiados (y temidos), son los combatientes más valiosos, y son objetivos primarios de cualquier arma. Además, si eran capturados en combate, las más de las veces eran asesinados. En resumen, ser tirador de apoyo era la ruleta rusa: de las 2.000 tiradoras del regimiento de Lyudmila Pavlichenko, sólo 500 sobrevivieron a la guerra.

En algunos cuerpos se pretende que esa misión sea efectuada por todos los soldados. Especialmente, el cuerpo de Marines de los Estados Unidos tenía a gala que todos sus combatientes eran entrenados como tiradores, y lo han demostrado en varias batallas (en su primera acción en Francia en 1918, en Vietnam, el Líbano o Afganistán). Lo mismo los tiradores bóers en Sudáfrica o la infantería profesional inglesa en Mons en 1914. Incluso se pretendía que algunas armas, como ametralladoras ligeras Bren o los fusiles automáticos BAR, se usasen en fuego semiautomático contra blancos concretos, aunque en la práctica se usaban como ametralladoras de apoyo (misión en la cual nunca dieron buen resultado).

Pero la proliferación de los fusiles de asalto en la posguerra creó un problema. Esos fusiles son muy eficaces a cortas distancias, pero imprecisos o inefectivos a 300 m o más. Los soviéticos llegaron a desarrollar un fusil automático para cubrir esta misión (el SVD Dragunov) y las escuadras incluían a un tirador selecto con la misión citada. Los ejércitos occidentales han acabado haciendo lo mismo.

Una nueva misión de los tiradores es la "antimaterial", usando los fusiles pesados de 12,7 mm. Los soviéticos ya habían usado los fusiles contracarro de 14,5 mm durante la SGM, pero habían sido abandonados por engorrosos. En Vietnam, el ya citado Carlos Hathcock usó ocasionalmente una ametralladora pesada de 12,7 mm con mira telescópica, consiguiendo alcanzar a norvietnamitas a grandes distancias. Hathcock fue gravemente herido (por una mina) y se retiró pasando a actuar como instructor, influyendo en las tácticas de los tiradores del USMC. Recordando lo de las ametralladoras, desarrollaron un fusil pesado de 12,7 mm que fue probado (con gran éxito) en Kuwait, no tanto contra personal sino contra vehículos, piezas de artillería, lanzacohetes, etcétera. A partir de ahí casi todos los ejércitos se han equipado con armas de este tipo, y los tiradores selectos son un componente fundamental en los pequeños (relativamente) pero bien equipados y entrenados ejércitos actuales. Repitiendo lo que la URSS tenía ya en 1941 con sus PTRS de 14,5 mm.

Y tras semejante rollo, me despido. Saludos