Publicado: Lun Abr 19, 2010 10:30 am
por Domper
Pero el SA-18 era aún peor. Básicamente, era un lanzagranadas pero sin las características avanzadas heredadas de los PAW-800 (los lanzagranadas de 37 y 40 mm actuales heredan el sistema de alta - baja presión). Como contracarro era inútil incluso contra la débil coraza frontal de los Pz-II. El SA-38 era algo mejor, pero no mucho, con características inferiores al contracarro de 25 mm francés.

Aparte de lo acertado del montaje: torre de tonelada y media que se movía a mano (tenía que ser curioso moverla si el carro no estaba completamente horizontal), de tamaño muy reducido con visibilidad pésima, con un único tripulante que apenas podía moverse, y que tenía que atender al cañón (que no era automático a pesar de lo ligero), a la ametralladora, mover la torre, vigilar, dirigir al conductor, coordinarse con otros carros y, de vez en cuando, hasta podía respirar.

Esas torres hubiesen cuadrado con un cañón automático, con cargadores o mejor aún con cinta. Pero donde se instalaron su utilidad era escasa. Y el cañón no puede separarse del montaje: por ejemplo, debemos recordar, al hablar de los vehículos alemanes, que muchos de los cañones pesados eran originariamente cañones de campaña o antiaéreos, en los que no había problemas de espacio, luego solían usar munición con cartuchos largos y estrechos muy difíciles de manejar dentro de una cámara de combate.

Esto no es anecdótico. Los Super Sherman israelíes de la posguerra montarían cañones enormes (para los parámetros de 1945): el 75/70 (heredado del cañón alemán) y el 105 francés (no confundir con el 105/51 L7 británico, el francés era una copia a escala mejorada del primitivo cañón alemán) aunque con tubo acortado. Esos cañones se habían podido meter en vehículos de dimensiones reducidas sólo porque se modificó el cartucho con la experiencia de los 17 libras y 20 libras británicos. Así el AMX-13 (y los Sherman modificados) podían montar un derivado del cañón destinado al Tiger I y que no se pudo instalar por su tamaño (el 75/70).

Lo mismo: en un FT-17 podemos meter un cañón de 45 mm (se hizo en los años siguientes) y sobre el papel será una gran mejora... pero en combate real la efectividad de esos engendros era mínima. Recordemos que el Hetzer era tremendamente incómodo parar sus tripulaciones, y además el cañón tenía el cierre que se abría hacia el lado contrario del cargador, lo que no ayudaría mucho para la cadencia de tiro. Mejor eso que nada, pero esas "minucias" acaban decidiendo si un carro es mejor o peor.

De hecho el consenso actual es que un cañón automático de alta velocidad (20 mm al principio, ahora 25, 30 o incluso 40 mm) es mejor para el armamento de un vehículo blindado que un cañón de mayor calibre y baja velocidad (los morteros de 60 mm de los AML o los cañones de baja presión de 73 mm de los BMP-1). El Kwk-30 tenía limitaciones, pero era mucho mejor que el SA-18. Y no muy inferior al SA-38: se estudió rearmar los Pz-II con cañones SA-38 capturados, pero se decidió que no merecía la pena la complicación que suponía para las mínimas mejoras.

Saludos