Der zweite Weltkrieg

Se han realizado numerosas afirmaciones en el sentido de que el Tigre II era demasiado pesado, demasiado grande, demasiado lento, inmaniobrable, etc. Tanto es así, que queda la impresión de que era una suerte conseguir que se moviera. Estas banales generalizaciones, tomadas como hechos indiscutibles, no se sostienen a la vista de las especificaciones reales, las pruebas realizadas y los testimonios de aquellos que utlizaron el Tigre II durante la guerra. Al contrario de dichas repetidas afirmaciones, la movilidad del Tigre II era equivalente, o mejor, a la de la mayoría de carros alemanes y aliados.

El Tigre II experimentó al principio numerosos problemas motrices, los cuales requerían una serie de modificaciones menores. Dichos problemas eran debidos, principalmente, a dos motivos: juntas mal selladas y un tren de rodadura subdimensionado, diseñado en origen para un vehículo de 40 toneladas. La dificultad de mantener un Tigre II en buenas condiciones motrices se veía agravada por la carencia de conductores bien entrenados, muchos de los cuales ni siquiera tenían experiencia en la conducción de ningún tipo de vehículo. Como añadido, el entrenamiento no era todo lo extenso que debería, además de realizarse en otro tipo de blindado, recibiendo su propio Tigre II unos pocos días antes entrar en servicio.

.../...

Con conductores expertos, realizando las preceptivas paradas de mantenimiento y modificaciones en los componentes afectados, el Tigre II podía ser mantenido en excelentes condiciones operativas. Los informes de fecha 15 de Marzo de 1945, mencionan un 59% de vehículos operativos en primera línea, un buen porcentaje comparado con el 62% de PIV's y el mucho menor 48% de Panthers.

El autor realizó una visita al pueblo de La Glaize, en las Ardenas, donde se encuentra el Tigre II nº de chasis 280273, fabricado en Octubre de 1944. Conducir un coche moderno por las empinadas y sinuosas carreteras de la zona, en las que es necesario el uso frecuente de marchas cortas, da una idea de la movilidad y maniobrabilidad de los Tigre II, que hicieron ese mismo camino en el invierno de 1944/45.