Publicado: Jue Abr 05, 2007 11:23 am
por Kurt_Steiner
Por iniciativa de Alejandro III, aunque con gran retraso en relación con las potencias occidentales, Rusia se dotó en 1891 de su primer fusil de repetición de pequeño calibre: 7,62 mm. Conocido como Moisin Nagant, aprovecha el sistema de obturación ideado por Sergei Moisin y el paquete de cargamento de Leon Nagant. Comenzó a combatir contra los japoneses en 1904 .

Durante la guerra ruso-turca (1877-78 ) tuvo lugar un famoso episodio que iluminó las mentes de los altos oficiales del zar sobre la eficacia de los fusiles de repetición; nos referimos a la batalla de Plevna. En 1871, la armada rusa adoptó un fusil americano, el Berdan M.1867, arma con obturador de manivela y cartucho metálico, aunque monodisparo, la cual iba unida al Krnka M.1869, el cual no era sino la transformación a retrocarga del viejo Modelo 1856 de avancarga. Con estas armas fue con las que los rusos se lanzaron contra las trincheras turcas para defender Plevna, y fue con estas armas en la mano con las que cayeron aniquilados por los Winchester M.1866 de repetición que poseían los turcos, cada uno de los cuales llevaba en las cartucheras 100 cartuchos y tenía junto a sí una caja con 500. Los soldados de Osman Pasciá ni siquiera apuntaban; descargaban lo más rápidamente que podían sus Winchester contra la masa de rusos que avanzaba, obligándoles al final a retirarse dejando el terreno literalmente tapizado de cadáveres. Al final, Plevna fue conquistada y el arma de repetición, después de los éxitos obtenidos durante la Guerra Civil americana (escasamente considerados por las potencias occidentales) fue una magnífica ocasión para demostrar una vez por todas su enorme superioridad, incluso en una guerra de trincheras, especialmente en manos de la infantería de primera línea, es decir, la "carne de cañón" que los generales no consideraban digna de utilizar un arma de más disparos, reservándola a la caballería y a los cuerpos de élite, es decir, a los soldados habituados a no "desperdiciar" cartuchos.

Ésta era la mentalidad reinante en el Estado Mayor ruso al menos hasta 1889, año en el que, por intervención directa de Alejandro III se constituyó la "Comisión para el estudio de un fusil de pequeño calibre". Por tanto, el viejo Berdan, monodisparo, con su gran cartucho de pólvora negra calibre 42 (10,67 mm) de percusión central, estaba destinado a jubilarse muy rápidamente. Y una vez más, a pesar de que en aquella época tuvieran tres arsenales (Tula, Sestroreck y ljivski), los rusos recurrieron al extranjero para buscar una solución a sus problemas, cosa que hicieron interpelando a la gran fábrica belga de los hermanos Nagant, dirigida por Léon.

En este momento es cuando aparece Sergei Ivanovich Moisin .