Publicado: Lun Jul 20, 2020 7:25 pm
por Kurt_Steiner
A las 12:33, el HMS Repulse alzó su proa fuera del agua ("como el campanario de una iglesia", diría mas tarde un superviviente) y se hundió, arrastrando consigo a muchos marineros que pretendía alejarse nadando.

El HMS Prince of Wales todavía resistía. Hundido el crucero de batalla, los aviones nipones se centraron en el acorazado. Poco después de las 13 horas, el comandante Leach ordenó al HMS Express que se acercara al buque para tomar a bordo a los heridos, así como a todos los hombres que ya no eran necesarios a bordo. Durante casi veinte minutos, el destructor permaneció en esa peligrosa posición, mientras 1.500 hombres saltaban a su cubierta descendiendo a lo largo de los cables y de las redes echadas entre ambos navíos para facilitar el rescate.

Hacia las 13:20, el HMS Prince of Wales se inclinó pavorosamente hacia babor y se hundió. Mientras el acorazado desaparecía, Phillips y Leach se despidieron del último grupo de oficiales: "Adiós, gracias. Buena suerte. Dios os bendiga". Después las aguas se cerraron sobre ellos y los bombarderos se alejaron. Al poco tiempo apareció un escuadrón de Buffalos que acudían procedentes de Singapur.

A la mañana siguiente, el Primer Lord del Almirantazgo informaba a Churchill: "Señor Primer Ministro -anunció- debo informarle que el HMS Prince of Wales y el HMS Repulse han sido hundido por los japoneses; suponemos que fue un ataque aéreo. Ha muerto Tom Phillips".

La perdida de los dos buques no solo significo que los Aliados ya no tenían una verdadera fuerza naval en el Extremo Oriente, sino que descargó ademas un durísimo golpe sobre la Royal Navy, demostrando de una vez para siempre que los grandes buques de guerra ya no podían combatir si no estaban protegidos por la aviación. La lección se aprendió, pero a un gran coste. Además de los dos navíos, se perdieron 513 hombres de los 1.309 de la tripulación del HMS Repulse y 327 de los 1.612 de los del HMS Prince of Wales.