Publicado: Jue May 06, 2010 11:03 pm
por Juan Manoel
No es una isla cualquiera......... (parte 03) :


5.- Los combates de la Liberación (parte 01) :


A - El armisticio italiano del 8 de septiembre : La Insurrección en Córcega y Las Nuevas Relaciones Germano-Italianas :

Desde finales de julio, hay debate en el seno de la dirección del Frente Nacional : ¿Es posible la insurrección sin un desembarco simultáneo? ¿Es factible de buscar entre los ocupantes los elementos no fascistas, de llegar a una alianza con ellos, y de poder así contar con un aporte en artillería pesada y en medios de transporte?



Imagen

Distribución de las tropas italianas en Córcega septiembre de 1943.



A finales del agosto, la decisión es tomada: habrá orden de atacar a los alemanes desde el anuncio del armisticio italiano, información que ya manejaban los mandos de la Resistencia.



Imagen

175° Regimiento Alpino en Bastia en 1943.



Antes de eso, a principios de agosto, la dirección del Frente Nacional, había tomado contactos clandestinos con coronel al mando de los Camisas Negras en Bastia, Gianni Cagnoni, y con el general Stivala que dirige la guarnición italiana en Bastia. Cagnoni se compromete en dar información sobre las actividades policiacas, en ayudar a la redacción de octavillas destinadas a los soldados italianos y, en caso de desembarco de los Aliados, en crear, para ellos, en Bastia una cabeza de puente.

Al mismo tiempo, esta información también era conocida por los mandos alemanes, lo que acelera el flujo de las tropas alemanas hacia la isla.



Imagen

Avión del mariscal Kesselring en Ajaccio durante una visita a Córcega en septiembre de 1943.



Así, la mayor parte de los elementos de la SS Sturmbrigade “Reichsführer SS”, se traslada hacia el sur de la isla, para apoyar y cubrir adecuadamente el paso de la 90ª División desde Cerdeña a Córcega.



Imagen


Imagen


Imagen


Imagen


Imagen


Imagen

Elementos de la SS Sturmbrigade “Reichsführer SS” en Córcega en septiembre de 1943.



Imagen

Distribución y movimientos de las tropas italianas y alemanas en Córcega en septiembre de 1943. Al parecer en esta lámina existe un error, ya que se ven dos evacuaciones marítimas alemanas desde Bonifacio y Porto Veccio a fines de octubre de 1943, y tengo la idea que debiera decir que fueron en septiembre.



Mientras tanto, ya desde fines de agosto al otro lado del Mediterráneo en Argel, el general Giraud estaba tomando en cuenta una operación de desembarco en la isla de Córcega.

Para esto se había puesto en alerta a la 4ª División de Montaña Marroquí y al Batallón de Choque. Sólo bastaba el apoyo logístico de los Aliados y la aprobación de De Gaulle.



Imagen

Emblema de la 4ª División de Montaña Marroquí.



Desde el 4 de septiembre, la Resistencia corsa es puesta en alerta por un mensaje radio que les indica de la inminencia de un desembarco.



Imagen

Blindados italianos en Córcega en 1943.



El 8 de septiembre de 1943, el armisticio. La confirmación de una noticia es murmurada de boca en boca por todo Córcega, una noticia que nadie se atreve a creer, Italia termina de combatir y capitula sin condiciones.

Esa misma tarde, cerca de mil jóvenes corsos manifiestan en Ajaccio cantando “La Marsellesa”.

Tras el armisticio firmado por el general Badoglio el 8 de septiembre de 1943, gran parte de las fuerzas italianas en la isla, al mando del general Magli, se oponen con las armas a los intentos de ser desarmadas por las fuerzas alemanas. Ya por la tarde, se producen algunos combates en el puerto de Bastia, que los alemanes tratan de capturar. Magli en un primer momento negocia con el comandante alemán, el hábil general Von Senger (que desarrollará más adelante un papel clave en la batalla de Montecassino), quien tiene a su disposición en el norte de la isla tropas acorazadas de elite. Frente a la amenaza de sufrir una tenaza debido al desembarco, cerca de Bonifacio de más fuerzas acorazadas alemanas (90ª División) desde Cerdeña (que los alemanes evacuaban tratando de consolidar el control de Córcega), Magli contacta con Paolo Colonna d’Istria para negociar una línea común contra los alemanes.



Imagen


Imagen

Blindados italianos en la ruta entre Ponte-Leccia y Barchetta en 1943.



Por la tarde del 8, el general Magli recibe dos ultimátums : uno del mando alemán que exige el desarme de las fuerzas italianas, el otro del Paul Colonna d’Istria el que reclama una postura inequívoca de estar a favor o en contra de la Resistencia corsa, o adoptar una condición de neutralidad. El primero es rechazado, aunque no oficialmente ese día, y el segundo es aceptado pero con reticencia, lo que explica el por qué las tropas italianas fueron verdaderamente usadas contra los alemanes sólo una quincena más tarde. La situación es extremadamente confusa. La respuesta positiva del general Magli a Colonna d’Istria no es del todo exacta, ya que no todos en Ejército Italiano, reconocen la autoridad del mariscal Badoglio, el jefe de Gobierno Italiano. El desconcierto reina en sus tropas y hay unas deserciones. La primera paradoja aparece : este general, que somete a la población a un régimen militar sin cesar gravemente desde abril, acepta la solicitud de la Resistencia.



Imagen

El general Magli.



Al mismo tiempo, por el lado de la Resistencia, la decisión de insurrección ha sido mantenida y Colonna d’Istria advierte Argel esta situación, al igual que sus contactos con el general Magli.

La tensión con los alemanes aumenta, y en esa misma noche del 8 al 9 de septiembre, hay más enfrentamientos entre marineros italianos y alemanes, y ya desde el día siguiente, 9 de septiembre, a primeras horas, combates aún más graves se producen en el puerto de Bastia.



Imagen

Tropas italianas en Bastia.



El 8 de septiembre tienen lugar los primeros combates sobre entre italianos y alemanes en el eje de carretera Bonifacio-Porto-Vecchio.

La defensa antiaérea italiana dispara a aparatos alemanes, un buque italiano que se hace a la mar es atacado e incendiado por los alemanes. Desde el inicio de ese 9 de septiembre, varios buques alemanes son dañados por las baterías italianas y los prisioneros son puestos bajo control de las autoridades militares italianas. Se sabe ese día de combates aéreos entre aparatos de la Reggia Aeronautica y la Luftwaffe, sobre los cielos de la isla.



Imagen


Imagen

Soldados alemanes capturados por los italianos en Bastia el 8 de septiembre de 1943.



Toda esta situación La tarde del 8 el septiembre, la decisión de insurrección ha sido mantenida. Colonna d’Istria advierte Argel

El 9 de septiembre a las 9 de la mañana, el Frente Nacional de la Resistencia celebra una última reunión sobre las modalidades de las acciones que hay que llevar a cabo. A las 10 de la mañana, en nombre del comité departamental de la Frente Nacional, Maurice Choury proclama la unión de Córcega a la Francia libre y lanza la orden de ataque contra los alemanes.

Así, ese mismo día, en la ciudad, patriotas corsos y soldados italianos se apoderan de la ciudadela de Bastia, de la estación y de las principales vías de comunicación. El cuartel local de la “Legión de Combatientes” (veteranos de guerra) se transforma en cuartel de los miembros de la Resistencia de la Frente Nacional. Se ocupa además el ayuntamiento y la subprefectura.



Imagen

Blindados italianos en la Ciudadela Bastia en 1943.



Otros casos de cooperación inmediata entre italianos y miembros de la Resistencia corsa también se dan (en Sartène particularmente), ya que en este caso el levantamiento popular se topa con la intervención alemana, la que es rechazada con la ayuda de los soldados italianos, aunque los alemanes mantienen sus guarniciones ubicadas en las afueras del pueblo y partes altas, ambos al este de la villa.

En Ajaccio la población se subleva ese mismo día 9 de septiembre después del medio día. Los alemanes estacionados en Parata son detenidos a la entrada de la ciudad, el 10 de septiembre, por un grupo de guerrilleros de la Resistencia. Se repliegan por mar, al ver debido a su inferioridad numérica la imposibilidad de cualquier toda tentativa de utilización de la red de carreteras. Así, el puerto de Ajaccio permanece libre y disponible para el desembarco de fuerzas amigas.



Imagen

La insurrección en Ajaccio el 9 de septiembre de 1943.



En Ajaccio, se forma una nueva municipalidad presidida por Emil Macchini, y el Frente Nacional coloca un “Consejo de prefectura”, sacando de circulación al prefecto Pelletier. Este consejo toma las primeras medidas de disolución de los partidos y los movimientos colaboracionistas. Son enviadas consignas dirigidas a todos los comités de distrito del Frente nacional indicando la toma de control de los ayuntamientos e inmediatamente, un principio de depuración.

De esta forma, la ciudad de Bastia, queda provisionalmente a las manos de italianos. Pero, y aquí aparece una segunda paradoja, la entre los italianos y la Resistencia no es asegurada : ese mismo día 9 de septiembre, Magli recibe al general Von Senger y le asegura su neutralidad condescendiente y ordena liberar los prisioneros alemanes.



Imagen

Blindados italianos en la zona portuaria de Bastia en 1943.



Von Senger mostró su gran habilidad, ya que reconocía la importancia del puerto de Bastia para una eventual evacuación de sus tropas. Digo eventual, porque hasta ese minuto nada estaba decidido al respecto.



Imagen

El general Von Senger.



Pero que pasaba al otro lado del Mediterráneo.

Al enterarse de la sublevación, Giraud pone en marcha a como de lugar la operación “Vésuve”, la que ya se encontraba en camino. Pero que estaba entrampada en su aprobación por De Gaulle y el Alto Mando Aliado.

Para esto la Armada de la Francia Libre pone a su disposición lo poco y nada que puede ofrecerle, compuesto de : El crucero “Jeanne d'Arc”, el crucero ligero “Fantasque”, el cazatorpedero “Terrible”, las lanchas torpederas “Fortune” y “Tempête”, un transporte, algunos LSTs, el submarino “Arétharse” y obviamente el submarino “Casabianca”.

Respecto del componente aéreo, se puede indicar el uso de dos grupos de cazas franceses y al menos un grupo de bombardeo de francés, aunque la mayor parte del apoyo vino de la USAF.

Respecto de las unidades terrestres involucradas al mando del general Henri Martin jefe del I Cuerpo de Ejército Francés, se puede mencionar :

- El 1° Batallón de Choque (coronel Gambiez), como unidad independiente.

Elementos de la 4ª DMM (División de Montaña Marroquí) compuesto de :

- Unidades de Cuartel General de la 4ª DMM.

- 1° RTM (Regimiento de Tiradores Marroquíes).

- 2° GTM (Grupo de Tabors Marroquíes).

- 1° y 2° Escuadrones del 4° RSM (Regimiento de Spahíes Marroquíes).

- 82° Batallón de Ingenieros.

- 3° Batallón del 69° RAM (Regimiento de Artillería de Montaña).

En resumidas cuentas alrededor de 6.600 hombres.



Imagen

Insignias del 1° RTM y del 2° GTM respectivamente.



Imagen

Insignia del 1° Batallón de Choque.



A esto se debe agregar un pequeño destacamento del OSS compuesto de una treintena de efectivos al mando del capitán James Pitteri, y compuesto mayoritariamente de hombres de nacionalidad italiana o americanos de ascendencia italiana.

Un detalle respecto de los Tabors Marroquíes. Los “Goums” marroquíes fueron formados inicialmente la seguridad interna en Marruecos en 1908. Más tarde fueron absorbidos en los esquemas militares coloniales, para su uso fuera de la colonia. De esta forma, un “Goum” era el equivalente a una “Compañía”. Un “Tabor” era el equivalente a un batallón y consistía en tres “Goums”. Tres “Tabors” formaron un “Grupo”. De esta forma a estos tiradores marroquíes se les llamaba “goumiers”, pero a la vez se puede decir que no todos los tiradores marroquíes eran “goumiers”, ya que los tiradores de los RTM, no venían de este esquema.

Volvamos a la isla.

El día 11 de septiembre, Magli recibe la orden del Comando Supremo, de “considerar a los alemanes como enemigos”.

Al mismo tiempo, el general Magli ordena la liberación de los presos de la Resistencia que se encuentran en Córcega. Pero queda la suerte de los corsos deportados y detenidos en prisiones italianas o en la isla de Elba. Ya anteriormente, los prisioneros corsos en Calabria habían sido liberados por los Aliados que desembarcaron allí el 3 de septiembre. De los que se encontraban en la isla de Elba, una quincena pudo evadirse por mar desde la llegada de los alemanes el 16 de septiembre. Otros, que habían sido trasladados a Carinthie, una provincia austríaca anexada a Alemania, sólo podrán volver después del fin de la guerra.

Los alemanes, indignados por el comportamiento de italianos, los combaten sin piedad



Imagen


Imagen

Hidroavión italiano Fiat RS 14, dañado en Bastia en 1943.



Imagen

Barco hundido en Bastia en 1943.



El 12 de septiembre, los planes del Estado Mayor son modificados, ya que Hitler ordena la evacuación de las dos grandes islas, Cerdeña y Córcega, pero no sin prever un período transitorio que debe permitir la reagrupación de las fuerzas alemanas y la evacuación de las existentes. Este plan exige la recuperación del control de los ejes carreteros de Córcega.

La 90ª División venida de Cerdeña sigue la costa oriental con destino a Bastia, el que fue recuperado totalmente desde el 13 de septiembre resistiendo furiosos contraataques de la infantería y artillería italiana. Los resistentes que antes ocupaban el ayuntamiento y la subprefectura, regresan a la clandestinidad después de la intervención de una columna alemana venida de Casamozza y un ataque de stukas. Los alemanes hicieron cerca de 2.000 entre los italianos.

Acá ocurre otra de las singularidades de la campaña de Córcega.

Von Senger recibe de Kesselring la orden directa de Hitler de fusilar a todos los oficiales italianos capturados, a lo que el general alemán se niega rotundamente. Kesselring, al parecer, dio por cumplida su misión de entregar la orden, y no le dio mayor importancia a la respuesta del general, quizás asumiendo que Von Senger se haría cargo de su responsabilidad a no acatar dicha orden.

Esta fue una de las pocas ocasiones en que un general alemán no cumple una orden directa de Hitler durante la guerra, y además queda sin sanciones.

En lo sucesivo, el único puerto accesible para ayuda experta por parte de los Aliados es Ajaccio. Los miembros de la Resistencia retrasan a los alemanes debilitándoles y les impiden atravesar la espina dorsal montañosa que separa ambas laderas de la isla.



Imagen


Imagen

Tropas italianas en Córcega en 1943.



Muy desigualmente armados, a menudo poco experimentados ya que en septiembre sólo son un poco más de 10.000 en septiembre, cuya inmensa mayoría no tenía preparación militar seria, los resistentes combaten sin ayuda durante los ocho o diez primeros días. Durante este período, los alemanes todavía procuran abrirse los paso hacia el oeste en las regiones de Ospedale, de Ghisoni, Barchetta y Folelli. Al sur, hay que contar con la SS Sturmbrigade “SS Reichsführer” acantonada en Sartène.

Los alemanes quieren salvar sus depósitos de materiales y de combustibles, como el de Quenza atacado el 15 de septiembre por el Frente nacional y los hombres del comandante Pietri. Estos resistentes, asegurándose el control de las vías de comunicación impiden la unción de las tropas alemanas de Porto-Vecchio con las de Quenza y de Sartène.

La Resistencia junto a soldados italianos (cerca del 20 % de los efectivos italianos presentes en Córcega escogieron volverse contra los alemanes) consiguen un éxito decisivo en Levie el 17 de septiembre.

La razón de lo anterior es muy simple. Los alemanes se habían olvidado de la especificidad geográfica de la isla y la relación de fuerzas, las que esta vez se invirtieron. El general von Senger efectivamente intenta aberturas hacia el oeste de la isla mediante incursiones, pero toma rápidamente la decisión de retirarse, debido a la determinación de los partizanos y se niega a comprometerse en una guerrilla mortífera e incierta.



Imagen

Miembros de la Resistencia corsa combatiendo en las zonas de matorrales de la isla.



A partir del 17 de septiembre, para asegurar la evacuación de las unidades cuya suerte le es confiada, concentra su acción en la ruta de la costa oriental y en el puerto de Bastia. Además de la brigada “SS Reichsführer”, hay que hacer pasar la 90ª División, llegada de la Cerdeña, es decir 32.000 hombres con material pesado (carros, piezas de artillería, material y diversos vehículos). Además, un batallón de paracaidistas italianos (División Nembo), sigue a los alemanes en su retirada. Todos ellos deben ir a combatir a Italia después de haber dejado Córcega

Esta era la situación.

Los alemanes tomando medidas concretas de su accionar futuro, y la Resistencia fustigándoles.

Pero por otra parte, debido a algún grado de falta de decisión y de los pocos medios s su disposición, los franceses serían incapaces de mover fuerzas terrestres lo suficientemente rápido sobre Córcega a objeto de impedir que la mayor parte de las tropas alemanas alcanzara sus puertos de salida sobre la costa oriental de la isla.


Continuará...................