Publicado: Vie Ago 13, 2010 12:45 pm
por Capitan Miller
Muy interesantes los datos, Grognard, sobre todo porque ayudan a tener una visión mucho más completa de lo que podría haber sido la Alternativa Rommel (la vamos a acabar bautizando así) desde un punto de vista estratégico.

De acuerdo que 500km y pico de fortificación no son cuestión baladí, pero es que con lo que se podría haber ahorrado no llevando a cabo las fortificaciones de, por ejemplo, Noruega, tal vez se podría haber alcanzado ese objetivo.

Creo que está claro que uno de los puntos clave del plan era aprovechar lo que esas primeras horas significan de negativo para el invasor: falta de cohesión, con la lógica confusión, y falta de solidez. Ofrecer supuestas salidas de las playas que, en realidad, llevan a zonas batidas es algo fundamental en una defensa bien planeada. Los británicos lo sufrieron en sus carnes en Gazala, y los alemanes lo tenían muy reciente desde Kursk. Si no es así, la cabeza de playa puede extenderse según el plan prefijado, con las lógicas modificaciones, y poco más se puede hacer para defenderla que no sea entregar terreno a cambio de tiempo. Pero creo que en este escenario, terreno y tiempo iban indisolublemente unidos, y la pérdida de uno hacía que también se perdiera el otro.

Pero aún así y todo, contando con que las defensas no estuvieran listas al 100% y contando con que las “zonas de muerte” en las salidas tampoco pudieran estar dispuestas, lo fundamental seguía siendo la capacidad de reacción y la rapidez. Resulta absurdo que las mejores unidades no gocen de iniciativa, y dependan de Cuarteles Generales situados a cientos de kilómetros. E igualmente absurdo resulta que no haya planes prefijados en función de los distintos puntos de invasión, planes que con los cambios oportunos en función de la situación real permitieran pasar al contraataque con unas ciertas probabilidades de éxito.

Es decir, que la Alternativa Rommel sólo podría ser efectiva, desde mi punto de vista, con una mayor libertad de movimientos e iniciativa de los mandos regimentales y divisionales, coordinados con los mandos de ejército y del OB West. Y para eso era necesario que la ominosa figura de Hitler no pesara como una losa, como realmente pesó. Sin ese lastre estratégico a las espaldas, y con unas fuerzas mejor ubicadas y con libertad de movimientos, capaces de responder de forma contundentes en las primeras 48 horas, me temo que el porcentaje de éxito/fracaso del desembarco no sería ni siquiera del 50/50.

Saludos.