Publicado: Mar Ago 10, 2010 10:05 am
por Domper
Como siempre, varias cuestiones.

La primera, sobre la honorabiliad del cuerpo de oficiales prusianos. Su actuación en el Frente Este, acatando órdenes como la de los Comisarios, con su trato brutal a los prisioneros de guerra, o apoyando el genocidio, no resulta excesivamente honorable. En circunstancias “normales” y en un tribunal “normal” hubiesen sido considerados culpables de crímenes de guerra. Pero los tribunales de Nuremberg destacaron por lo ligero de sus penas respecto a buen número de criminales.

Volviendo al tema táctico. Primero, sobre el “Plan Rommel”.

Él mismo es el primero que señala que cualquier acción debería ser efectuada por al menos dos divisiones acorazadas. Precisamente el fracaso de la 21 Panzer (unidad que estaba al completo de sus efectivos, aunque no disponía de Panther) muestra el problema que pueden tener los grupos de combate reducidos. Táctica que es la que pretendía utilizar, ya puestos.

Pero hay otras cuestiones más serias.

No sé si alguien ha caído en lo enorme de las demandas de Rommel. Pretendía crear una línea fortificada tipo la de El Alamein, con campos de minas, fortificaciones, etcétera, pero no en un frente de 50 o como mucho 100 Km (como era lo habitual en el desierto) sino de más de 1.000 Km. Las demandas eran, por ejemplo, de 50 millones de minas. No olvidemos que si se rompía el frente en cualquier punto, todos los recursos usados para fortificarlo estaban perdidos. Especialmente, todos esos millones de minas deberían ser abandonadas.

El problema es que las minas consumen uno de los recursos más escasos durante la guerra, el de los explosivos (relacionado también con el de los propelentes). Suponiendo que tres minas equivalen a un disparo de 105 mm ¿no hubiesen resultado bastante más útiles 15 millones de proyectiles de artillería? En esa época el ejército alemán en el Este tenía que “tolerar” a los tiradores soviéticos, por no disponer de unos pocos proyectiles de artillería que usar contra ellos. Y durante las batallas de 1944 y 1945 hubo una gran escasez de municiones para al artillería alemana, que tuvo que ser suplida (en parte) por los morteros.

Lo mismo se aplica a otros recursos: hormigón, acero, trabajadores, etcétera. Los miles de millones de horas de trabajo podían usarse para reparar las comunicaciones, crear rutas cubiertas (en Noruega se llegó a construir un camino cubierto de cientos de Km), etcétera. Y en entrenar las tropas, claro.

Lo de destruir las fuerzas en el mar, pues no. Simplemente es cuestión de saturación. Aun situando un centenar de cañones contracarro en una playa, se enfrentan a demasiados objetivos ¿cuántas embarcaciones actuaron en Omaha? Sin considerar que el fuego naval tiene sus problemas, salvo que se haga a corta distancia (menos de 1.000 m). Entonces se parece al fuego antitanque, pero el problema es de tiempo: si un cañón tiene enfrente a diez lanchas, a un Km de la costa, y que se mueven a 10 nudos, tiene cuatro minutos: 24 segundos para destruir cada embarcación. Hay que cargar el cañón, apuntar, buscar otro objetivo, girar el cañón… Aparte que los cañones situados en la costa que apuntan hacia el mar son vulnerables al fuego naval.

Lo que ocurrió fue que ni se pretendió destruir a los buques en el mar, sino que los cañones se emplazaron protegidos de las vistas y el fuego naval, pero pudiendo disparar sólo contra las playas. Y un segundo problema: si se pretende emplazar un centenar ce antitanques pesados en cada playa ¿cuántos se necesitan? De nuevo, lo de los recursos.

Otro error fue en como pensaron que se usarían los paracaidistas. No se usaron para atacar las zonas fortificadas desde el interior (salvo en Utah con las salidas de los pantanos), sin para aislar el campo de batalla, lanzándolos sobre los flancos. Lo que crea de nuevo un problema para trasladar en las primeras horas las divisiones acorazadas. En Normandía, para hacerlo, tenían que rodear por Caen por ello, lo que llevaba muchas horas.

Sobre lo de ceder terreno y la logística: la gracia es el tiempo. La cuestión es permitir que los aliados se expandan, y el contraataque se produzca antes de que estos se consoliden en las playas: antes de que desembarquen suficientes tropas y suministros, de que se emplace la artillería, etcétera. Los mismos aliados pensaban que su situación sería crítica si los alemanes lanzaban un gran contraataque entre los días 5 y 10. Antes, no sería posible un contraataque masivo. Después, serían demasiado fuertes ya. Supongo que nadie mejor que Eisenhower para conocer sus propias debilidades.

Saludos