Publicado: Mié Jul 28, 2010 7:10 pm
por Graf
Excelente artículo de Miller, y gran aportación de Domper se nota que maneja muy bien los temás técnicos, felicidades y gracias.

Al respecto se me ocurre una reflexión. Mucho se habla de los errores que hicieron a Alemania perder la guerra, concentremonos en Normandía. De hecho Domper nos da una serie de errores de logística y transporte muy importantes, pero a la vez tanto Miller como Domper nos hacen ver el inmenso daño que la aviación y la artillería causaron a las defensas alemanas. ¿Un daño acaso decisivo?

Yo me atrevo a decir que sí, y afirmar que en especial la supremaciía aerea fue vital para la victoría aliada en Normandía. Vistas las perdidas sufridas por los propios aliados, y considerando que una grandísima proporción de las perdidas alemanas, así como la imposibilidad de movilizarse de día y toda una serie molestias y retrasos fueron causados por la aviación aliada, me atrevo a decir que sin la supremacía aerea la victoria aliada en Normandía habría resultado muy cuesta arriba.

Y no estoy hablando de que Alemania pudiera realizar ataques aereos sobre las fuerzas aliadas, estoy hablando simplemente de anular por completo el factor aereo en Normandía. Supongamos, como en efecto sucedió, que Alemania es incapaz de realizar ataques aereos importantes sobre las tropas aliadas. Pues bien, pero supongamos además que se concentra simplemente en anular la supremacia aerea aliada y lo logra.

Para mi el resultado es muy simple, estoy casi seguro que la invasión habría fracasado. Y que tal cosa sucediera no hubiera sido muy dificil. Recordemos que en septiembre de 1943, Hitler ordenó que el innovador ME 262, no se porduejra como caza y se transforamara en caza bombardero, con lo cual retraso su producción y entrada en servicio durante meses.

¿Que huebiera pasado con 500 ME 262 en los primeros días de la invasión, con tripulaciones entrenadas? A mi jucio se habría acabado por completo con la supremacia aerea aliada con todo lo que ello implica. Y esto no deja de ser curioso, porque nos muestra como el curso de la guerra pudo haber cambiado dramaticamente de un momento a otro. Sin esa nefasta decisión de Hitler de septiembre del 43, poco improtaban los errores en la batalla de Inglaterra, en el Atlantico, en el Mediterraneo, ante Moscú o en Prokhorovka...