Publicado: Mar Dic 28, 2010 5:40 pm
por ParadiseLost
Hola a todos.
Lo prometido es deuda, como dicen en mi pueblo.
Aquí os dejo la traducción de los datos que aparecen en el libro de Hans-Martin Stimpel, Die deutsche Fallschirmtruppe 1942-1945, Einsätze auf Kriegsschauplätzen im Osten und Westen.
Es un libro bastante difícil de encontrar y bastante buscado, cuyo precio no suele bajar de los 80 euros.
He preferido acceder a la fuente directa pues en Internet aparecen algunas referencias de este libro sobre los Fallschirmjäger en Stalingrado, pero no la información completa.
Aquí os dejo la traducción original del alemán en primicia... :wink:

4./FschFlaMGBtl
Esta compañía fue la única unidad de Fallschirmjäger que participó en el avance del VI Ejército desde el Don hasta el Volga en el verano de 1942 y que sucumbió en la consiguiente batalla por Stalingrado. Pero su tragedia permanece casi desapercibida en la literatura, y sólo existen pequeños informes. Los cerca de 235 hombres de esa desafortunada unidad siguen como desaparecidos. No obstante se han encontrado algunas notas (en el archivo del BDF) del por entonces Oberleutnant Martin Kemnitz, que hasta octubre de 1942 formaba parte de esa unidad, pero que a causa de una herida grave escapó de la muerte.
Lo que se conoce es lo siguiente: 5 oficiales así como 230 suboficiales y tropa bajo el Jefe de Compañía, Hauptmann Maurer, fueron trasladados en julio de 1942 a Quedlinburg, ya que debían participar en un gran salto planeado en el Caucaso, pero que nunca tuvo lugar. De hecho, un poco después llegó en un transporte aéreo a Rusia, pero que no acabó en la península de Kerc (Kertsch) desde donde se había planeado la salida problablemente en la zona de Tuapse, cerca del Caucaso, sino a unos 500 km más al nordeste cerca del Don para descargar las tropas todavía fuertes para luchar. Con esto, estaba claro para los Fallschirmjäger, que entrarían en acción como infantería.
Las compañías del Fallschirm-FlaMG-Bataillon, como una unidad especial, estaban equipadas entre otros con 2-cm-FlaMG y 5-cm-Pak, debían soportar frecuentemente a partir de 1942 el destino por su fuerza combativa, de pertenecer a las unidades más deseadas, ser enviadas a Rusia y allí subordinadas a líderes de unidades ajenas.
Lo mismo le sucedió a la 4° Compañía. Fue subordinada a un recién formado batallón aerotransportado del Kampfgruppe Dewald. Después de las grandes pérdidas en su acción en Kreta, la compañía fue repuesta principlamente con soldados de 18 a 20 años sin experiencia. No sabían lo que les esperaba, pero eran obedientes y tenían buen ánimo.
No se sabe, a que compañía del VI Ejército fue subordinada. Pero se reportó lo siguiente: la unidad participó durante el avance entre el Don y el Volga en la ocupación y “limpieza” de los pueblos. Este exitoso avance en agosto/septiembre, a veces con mucho calor, alcanzó a mediados de septiembre, la ciudad de Orlovka al norte de Stalingrado, que había pertenecido a los cerca de 70 km al tercero de los cuatro cinturones de defensa que se habían establecido alrededor de Stalingrado y que medía aproximadamente 70 km. Después la unidad fue movilizada al sur de Orlovka sin armas anticarro. Tras los siguientes avances se posicionó en una zanja anticarro y en un barranco. Desde allí podían distinguir la fábrica de cañones Barrikady. Debía ocupar un saliente del arco del frente en el sistema de defensa soviético. Allí era el objetivo del fuerte fuego sin pausa de morteros, artillería y francotiradores, pero también de ataques nocturnos, con los que las reforzadas unidades soviéticas intentaban siempre, expulsar a los Fallschirmjäger de sus posiciones.
El Ejército Rojo se defendía en ese sector como en toda la ciudad y sus alrededores con extraordinaria tenacidad. Se luchaba por cada casa, incluso por las ruinas. No sólo era una cuestión de prestigio, porque el nombre "Stalingrado" obligaba al Ejército Rojo a resistir, sino porque los soldados soviéticos temían a igual que parte de la población que se quedó atrás, que los alemanes no tendrían ningún tipo de piedad con ellos. De hecho, Hitler había ordenado el 2-9-1942, que "la totalidad de la población masculina debía ser eliminada" (Halder señaló "aniquilada"), porque "Stalingrado con su millón de habitantes comunistas contados, es particularmente peligrosa". La población femenina debía ser deportada.
Pero antes de que la tragedia de Stalingrado alcanzase su punto culminante, en septiembre y a principios de octubre empezó el calvario de algunas unidades del VI Ejército, entre las que estaba la compañía de Fallschirmjäger. Kemnitz informó: "El número de camaradas caídos crece, el jefe de la compañía ha sido herido de muerte. Los rusos se aferran tenazmente a su terreno y reciben continuamente refuerzos. Los pequeños ataques de nuestras unidades vecinas no han progresado."
Mucha sangre de los caídos y heridos manó en esas semanas, cuando el mando alemán aun planificaba operaciones, en las que la compañía participó en los límites de su sector. Los nombres en clave de esas operaciones como Herbstzeitlose (cólquico), Herbstlaub (hojas de otoño), Fischreiher (garza real) y Wintermärchen (cuento de invierno), contrastaban con la realidad y el sacrificio despiadado de los soldados. Más tarde, cuando la situación se volvió más desesperada, se cambió el concepto, Wintermärchen (cuento de invierno) pasó a ser Wintergewitter (tormenta de invierno). La tormenta de acero y de hielo se transformó en una espantosa violencia sobre los alemanes, pero también sobre los italianos y soldados rumanos en la zona de Stalingrado, igualmente sobre los defensores de la ciudad hasta que pasaron a ser atacantes. Se hundieron a miles en las ruinas, trincheras y barrancos. Los pocos detalles que se conocen de la compañía de Fallschirmjäger indican que en otoño preparaban los últimos ataques con avances de reconocimiento y que estaban respaldados por fuego de ametralladoras de defensa antiaérea. Hasta el 17 de noviembre las tropas alemanas realizaron aun algunos avances, que llevaron a conquista bajo grandes pérdidas de algunas partes de la ciudad y en los informes de la Wehrmacht fueron anunciados como una gran victoria. Pero entonces las fuerzas estaban agotadas, la pérdidas eran muy altas y el adversario tan fuerte tras incesantes suministros que tuvo lugar un decisivo cambio: los soviéticos iniciaron un contraataque al sur y al norte de la ciudad el 19 de noviembre.
Pero ya antes, desde mediados de octubre, la compañía de Fallschirmjäger estaba fuertemente debilitada. La mitad de sus soldados, entre ellos los cinco oficiales, habían caído o estaban heridos. A los gravemente heridos pertenecía el Oberleutnant Kemnitz. En sus breves notas habla de "la masacre" de la compañía y del hecho, de que después –tras su salida del hospital militar– sólo pudo reunir a muy pocos hombres que escaparon, que asimismo se salvaron por sus heridas o enfermedades.
Los lemas como los del Jefe de Estado Mayor del VI Ejército, general Schmidt, como "¡Resistid, el Führer os va a sacar!" deberían haberles parecido descabellados a los rodeados en el Kessel ante su fin, teniendo en cuenta su situación sin esperanza. El Führer no los sacó, si no que ordenó resisitir y dio en su lugar un discurso el 8 de noviembre que en algunos fragmentos culminó con "Stalingrado es un gigantesco nudo de comunicaciones... que quiero tomar y –saben– somos modestos y es que lo tenemos. Sólo quedan un par de pequeños lugares allí."
Faltan datos más exactos sobre el destino de les jóvenes Fallschirmjäger desaparecidos. La muerte les debió llegar no sólo por el implacable adversario, sino por el frío, el total debilitamiento y deseperanza.

Fuente: Die deutsche Fallschirmtruppe 1942-1945, Einsätze auf Kriegsschaupläatzen im Osten und Westen, de Hans Martin-Stimpel
Traducción: Paradise Lost


Saludos