Publicado: Vie Dic 11, 2009 11:10 pm
Hola a todos...
Gran aporte, Paradise! Es un tema que también me interesa mucho, no en vano, por la historia de esta ciudad adopté el apodo de usuario que tengo
El caso de Königsberg es diferente al de otras ciudades o localidades germanas que tras la guerra pasaron a pertenecer a territorio aliado y que a través de la historia tuvieron un ir y venir territorial en un país u otro (caso de Saarbrücken, Danzig o Posen), ya que esta histórica ciudad fue ininterrumpidamente alemana prácticamente desde su fundación en 1255, siendo la capital de Prusia. Según la wikipedia, tras la II Guerra Mundial quedaban unos 200.000 alemanes en la ciudad sobre una población de 316.000, siendo expulsados por los soviéticos en los años posteriores, si bien muchos huyeron hacia el oeste alemán. Ese proceso de 'rusificación' vio que de los 73.000 habitantes que aún vivían en la ciudad en junio de 1945, se pasase a los 204.000 en 1959.
Hoy día apenas quedan vestigios del pasado alemán de Kanilingrado; el concienzudo y devastador proceso de sovietización ordenado por Stalin supuso la casi total desaparición de los pocos edificios históricos que quedaron en pie tras la guerra o, como en el caso de su fantástica catedral, el olvido más absoluto y la no rehabilitación y/o restauración. Lo mismo ocurrió con su cultura y por supuesto con el idioma. Esta es una de las cosas que más me llaman la atención en el caso de Königsberg. En apenas unas décadas los soviéticos lograron desterrar todo el glorioso pasado germánico y prusiano de la histórica ciudad.
Un intenso debate se viene produciendo en la comunidad internacional y en la Unión Europea en torno a la delicada situación de la antigua Königsberg. Son muchas las voces que reclaman la devolución de la ciudad y sus territorios adyacentes a Alemania, si bien, el propio gobierno alemán ha manifestado que no mantiene interés político alguno y para no herir susceptibilidades ni reabrir viejos baules se mantiene al margen, aunque es de suponer que se mostraría encantado de la vuelta del viejo territorio prusiano al seno de la madre patria. La situación es delicada y controvertida. Königsberg fue ocupado por la Unión Soviética en su avance hacia Berlin en la primavera de 1945, y mientras en abril el Ejército Rojo se encontraba a las puertas de la capital del Reich, la capital prusiana seguía bajo intenso ataque siendo arrasada, algo que muchos vieron del todo innecesario ya que la guerra estaba prácticamente finalizada. Se piensa que su destrucción fue una venganza personal de Stalin contra la Alemania nazi y todo el significado militarista que Prusia Oriental tenía. Después de la rendición alemana, la zona pasó a ser administrada por la URSS, que no anexionada, algo que generó bastante controversia ya incluso en Potsdam. De hecho, es una de las grandes lagunas jurídicas de aquella histórica conferencia de posguerra.
Kanilingrado es el territorio ruso más occidental y se encuentra marginado y separado del resto de Rusia lindando con países que sí pertenecen a la UE y cuyo progreso respecto a la urbe del Báltico es comparativamente inevitable. El contacto con el resto del país es casi inexistente y sus ciudadanos necesitan un visado si quieren pasar a territorio polaco o lituano. Como se sabe, Rusia no está dispuesta a desprenderse de la única salida al Báltico que permanece activa sin que el hielo invernal lo impida y durante el período soviético allí anclava la flota del Báltico, algo que sigue sucediendo en la actualidad con la flota rusa de la zona. Otra de las opciones barajadas sería la integración de la zona en su histórica entidad regional de Lituania. Asimismo, según un estudio, los propio kalingradenses ven a la zona en un futuro como una república báltica más, dependiente de la federación rusa o independiente de ella, sin descartar la devolución de la ciudad y su región a Alemania. Por otro lado, uno de los mayores problemas de Kaliningrado es el alto índice de paro, la delincuencia y la pobreza, sobre todo desde la caída del comunismo y la retirada de los efectivos militares soviéticos que tenían base en la ciudad.
Para terminar comentaré algo que leí no hace demasiado tiempo acerca de la re-germanización de la antigua Königsberg. Si bien, este proceso podríamos encuadrarlo más en el terreno económico que en el étnico-demográfico, puesto que varias multinacionales alemanas (Volkswagen, Mercedes-Benz...) han instalado enormes fábricas en la otrora capital prusiana. También hay que destacar que el idioma alemán ya es uno de los más hablados de la región siendo algunos canales alemanes que se sintonizan en la zona entre los que mayor cuota de audiencia generan. Finalmente y como dato anecdótico señalar que algunos alemanes nostálgicos han trasladado su residencia a la antigua ciudad alemana en un proceso que ellos mismos denominan como de re-germanización.
Saludos
P.D.: Os dejo un muy interesante enlace: http://dialnet.unirioja.es/servlet/fich ... 48&orden=0
Gran aporte, Paradise! Es un tema que también me interesa mucho, no en vano, por la historia de esta ciudad adopté el apodo de usuario que tengo
El caso de Königsberg es diferente al de otras ciudades o localidades germanas que tras la guerra pasaron a pertenecer a territorio aliado y que a través de la historia tuvieron un ir y venir territorial en un país u otro (caso de Saarbrücken, Danzig o Posen), ya que esta histórica ciudad fue ininterrumpidamente alemana prácticamente desde su fundación en 1255, siendo la capital de Prusia. Según la wikipedia, tras la II Guerra Mundial quedaban unos 200.000 alemanes en la ciudad sobre una población de 316.000, siendo expulsados por los soviéticos en los años posteriores, si bien muchos huyeron hacia el oeste alemán. Ese proceso de 'rusificación' vio que de los 73.000 habitantes que aún vivían en la ciudad en junio de 1945, se pasase a los 204.000 en 1959.Hoy día apenas quedan vestigios del pasado alemán de Kanilingrado; el concienzudo y devastador proceso de sovietización ordenado por Stalin supuso la casi total desaparición de los pocos edificios históricos que quedaron en pie tras la guerra o, como en el caso de su fantástica catedral, el olvido más absoluto y la no rehabilitación y/o restauración. Lo mismo ocurrió con su cultura y por supuesto con el idioma. Esta es una de las cosas que más me llaman la atención en el caso de Königsberg. En apenas unas décadas los soviéticos lograron desterrar todo el glorioso pasado germánico y prusiano de la histórica ciudad.
Un intenso debate se viene produciendo en la comunidad internacional y en la Unión Europea en torno a la delicada situación de la antigua Königsberg. Son muchas las voces que reclaman la devolución de la ciudad y sus territorios adyacentes a Alemania, si bien, el propio gobierno alemán ha manifestado que no mantiene interés político alguno y para no herir susceptibilidades ni reabrir viejos baules se mantiene al margen, aunque es de suponer que se mostraría encantado de la vuelta del viejo territorio prusiano al seno de la madre patria. La situación es delicada y controvertida. Königsberg fue ocupado por la Unión Soviética en su avance hacia Berlin en la primavera de 1945, y mientras en abril el Ejército Rojo se encontraba a las puertas de la capital del Reich, la capital prusiana seguía bajo intenso ataque siendo arrasada, algo que muchos vieron del todo innecesario ya que la guerra estaba prácticamente finalizada. Se piensa que su destrucción fue una venganza personal de Stalin contra la Alemania nazi y todo el significado militarista que Prusia Oriental tenía. Después de la rendición alemana, la zona pasó a ser administrada por la URSS, que no anexionada, algo que generó bastante controversia ya incluso en Potsdam. De hecho, es una de las grandes lagunas jurídicas de aquella histórica conferencia de posguerra.
Kanilingrado es el territorio ruso más occidental y se encuentra marginado y separado del resto de Rusia lindando con países que sí pertenecen a la UE y cuyo progreso respecto a la urbe del Báltico es comparativamente inevitable. El contacto con el resto del país es casi inexistente y sus ciudadanos necesitan un visado si quieren pasar a territorio polaco o lituano. Como se sabe, Rusia no está dispuesta a desprenderse de la única salida al Báltico que permanece activa sin que el hielo invernal lo impida y durante el período soviético allí anclava la flota del Báltico, algo que sigue sucediendo en la actualidad con la flota rusa de la zona. Otra de las opciones barajadas sería la integración de la zona en su histórica entidad regional de Lituania. Asimismo, según un estudio, los propio kalingradenses ven a la zona en un futuro como una república báltica más, dependiente de la federación rusa o independiente de ella, sin descartar la devolución de la ciudad y su región a Alemania. Por otro lado, uno de los mayores problemas de Kaliningrado es el alto índice de paro, la delincuencia y la pobreza, sobre todo desde la caída del comunismo y la retirada de los efectivos militares soviéticos que tenían base en la ciudad.
Para terminar comentaré algo que leí no hace demasiado tiempo acerca de la re-germanización de la antigua Königsberg. Si bien, este proceso podríamos encuadrarlo más en el terreno económico que en el étnico-demográfico, puesto que varias multinacionales alemanas (Volkswagen, Mercedes-Benz...) han instalado enormes fábricas en la otrora capital prusiana. También hay que destacar que el idioma alemán ya es uno de los más hablados de la región siendo algunos canales alemanes que se sintonizan en la zona entre los que mayor cuota de audiencia generan. Finalmente y como dato anecdótico señalar que algunos alemanes nostálgicos han trasladado su residencia a la antigua ciudad alemana en un proceso que ellos mismos denominan como de re-germanización.
Saludos
P.D.: Os dejo un muy interesante enlace: http://dialnet.unirioja.es/servlet/fich ... 48&orden=0