Publicado: Lun Oct 26, 2009 1:23 am
por ParadiseLost
Pues muchas gracias.

Sobre los posibles intentos de bombardear la casa Pavlov por parte de la Luftwaffe he encontrado algunas referencias más. Del libro del sargento Pavlov, no me fiaría demasiado, pues seguramente siguió las consignas de la propaganda soviética, pero tiene puntos en común junto el texto de la Gran Crónica de la Segunda Guerra Mundial, y este último, coincide en algunos detalles con los datos aportados por Michael K. Jones, como el fonógrafo que sonaba en la casa, o que el propio Pavlov fue herido en el asalto a la lechería y evacuado de la ciudad.

"Los períodos de calma eran raros; todos los momentos de descanso servían para idear estratagemas que hiciesen la vida imposible a los alemanes. La historia de los cohetes es muy significativa a este respecto. La Luftwaffe continuaba bombardeando la ciudad. En este sector, las incursiones se habían hecho difíciles por la proximidad de los dos adversarios, que impedía que los pilotos precisasen sus objetivos. Para subsanarlo, los alemanes lanzaban cohetes de colores para señalar la línea del frente.
Pavlov y sus hombres se habían fijado que los cohetes salían de una casa situada a menos de cien metros de la suya. Tan próxima, que muchas veces oían a los alemanes gritarles: "¡Eh! ¡Russkis, despertaos! ¡Es hora de encender la lumbre!". A lo cual respondía siempre algún ruso: "Nuestra lumbre ya está encendida. ¡Gracias! Os vamos a enviar buñuelos a la moda de Stalingrado". Buñuelos que consistían en las granadas de los morteros colocados en batería en una de las bodegas.
Un día, los rusos de Pavlov contemplaban estos cohetes. Alguien sugirió entonces que sería una buena estratagema imitar esas señales para confundir a los bombarderos. Solo había observar el número y color de los cohetes. Luego lanzarían una señal idéntica, pero en dirección Oeste, es decir, por encima de las líneas de la Wehrmacht. Pavlov telefoneó al capitán del batallón y expuso la idea. Recibió enseguida una pistola especial y cohetes de colores.
La primera vez que ejecutaron el proyecto, y aunque la desviación de los cohetes no fue muy considerable, tuvieron la alegría de ver caer un rosario de bombas sobre las posiciones alemanas. Por cuatro veces repitieron la operación. Finalmente, los alemanes se dieron cuenta del origen de esos errores y terminaron las incursiones sobre esa zona de la ciudad." (1)


"Varias veces los fascistas intentaron bombardearla desde el aire. Pero durante el día esto no era nada fácil, nuestros artilleros tendían tal cortina de fuego que era casi imposible encontrar un agujero. Entonces decidieron bombardearnos de noche. Podíamos escuchar en la oscuridad a los bombarderos enemigos sobre nosotros. Los fascistas comenzaron a lanzar bengalas verdes para indicarles a los pilotos nuestra posición. Unos minutos más y las bombas comenzarían a caer sobre nosotros, entonces recordé que en algún lado teníamos cohetes.
-Aleksandrov, la pistola de señales, rápido! – Grite con todas mis fuerzas.
Aleksandrov me alcanzó la pistola. Rápidamente cargué la pistola con un cohete verde y oprimí el disparador. El cohete hizo una majestuosa curva y descendió sobre la casa ocupada por los fascistas. Yo continué disparando.
El recuerdo de esos “fuegos artificiales” sobre el área de la plaza 9 de Enero se quedarían con migo para siempre. Las bombas cayeron sobre los fascistas solo una logro dañar una esquina de la casa.
-Eliminamos a los fascistas con una luz – Bromeaban los soldados.
Más tarde los Fascistas intentaron dirigir a sus aviones con otros colores, pero siempre logramos despistarlos." (2)




Y por último, también se hace referencia a los ataques contra la casa por medio de la artillería, como se apuntó anteriormente, aunque todo parece indicar que no se hizo de manera masiva por miedo a hacer blanco en las posiciones alemanas cercanas a la casa Pavlov.

"Cuando al fin, el 15 de octubre, a las 9 horas de la mañana, los alemanes desencadenaron contra la casa de Pavlov un violentísimo cañoneo, ninguno de sus ocupantes se sorprendió. Cuando, hacia las 10 horas, aparecieron cuatro tanques, seguidos de unos cincuenta soldados con armas automáticas, tampoco se alteró nadie. Los panzers, con su aparatoso chirriar, llegaron a cien metros de la casa, se detuvieron y dispararon a cero, con la esperanza de derribar el muro exterior." (1)

"A la siguiente mañana los fascistas lanzaron una nueva andanada sobe la casa. Parecía que querían borrar el edificio de la faz de la tierra, donde habían perdido una buena posición. Sin embargo nuestra casa se mantuvo como un bastón, una fortaleza a la que era imposible acercarse." (2)

Así que por la coincidencia de varios relatos, sobre todo el de Selecciones del Reader's Digest, extraído del libro de Ronald Seth, Stalingrad: Point of Return, en el uso de bengalas para despistar las incursiones de la Luftwaffe, se desprende que realmente debió suceder tal hecho.

Fuentes:
(1) Gran Crónica de la Segunda Guerra Mundial, Selecciones del Reader's Digest
(2) En Stalingrado, de Yakov Pavlov - http://mundosgm.com/smf/index.php/topic,531.0.html


Saludos