Publicado: Mar Sep 29, 2009 2:38 am
por ParadiseLost
Hola Domper, y gracias por tus aportes.

Algunas cosas si que tienen explicación, de momento, a la espera de que acabe de leer el libro de Michael K. Jones.
Hablabas de diferentes formas de tomar la casa. Evidentemente, como tú bien dices, el ataque con tanques estaba condenado al fracaso, ya que los fusiles antitaques neutralizaban a los blindados, debido a la gran explanada que se había creado ante la casa, después de los bombardeos de la Luftwaffe.
El gran problema era la artillería soviética al otro lado del Volga. La Luftwaffe fue incapaz de neutralizarla, de la misma forma que tampoco pudo detener de forma efectiva la llegada de refuerzos mediante la flotilla del contraalmirante Rogachev, desde la orilla oriental. Von Richthofen fue especialmente crítico con los escasos y lentos avances que efectuaban las tropas de Paulus en la ciudad, pero uno de los problemas más graves que tuvo el ejército alemán en Stalingrado, fueron los bombardeos de la artillería soviética desde la orilla opuesta, que debió haber neutralizado la Luftwaffe.

Con la artillería esperando órdenes, cada vez que los alemanes iniciaban un ataque, los hombres apostados en la casa Pavlov, con su privilegiada vista, avisaban a las baterías al otro lado del Volga, y estas comenzaban con gran precisión el bombardeo sistemático de las tropas alemanas, por lo que siempre sufrían numerosas bajas.
En cambio, los alemanes no se atrevían a utilizar su artillería de forma masiva debido a la presencia en las cercanías de su tropas, concretamente en la Casa de los Trabajadores del Ferrocarril, por miedo a masacrar a sus propios hombres. Aunque en sus memorias, Pavlov sí que habla de continuos ataques de artillería sobre su posición. En cambio, Potanski, uno de los combatientes de la casa, afirma en el libro de Michael K. Jones, que los alemanes no utilizaron demasiado su artillería por miedo a lo anterior.
De todas formas, aunque se hubiera utilizado la artillería contra la casa, la infantería hubiera debido ser la última fuerza en acabar el trabajo, tal como vimos en otro post sobre el Silo de grano, y aunque se utilizó la artillería contra el citado edificio, al final fue la infantería la encargada de eliminar a las tropas soviéticas.

Y nos queda el bombardeo aéreo. Pavlov en sus memorias afirma que sufrieron el acoso de la Luftwaffe. Primero lo intentaron de día, pero el fuego antiaéreo soviético del otro lado de la orilla era muy potente (recordemos que la casa Pavlov se hallaba sólo a unos 250 metros de la orilla del Volga), por lo que los alemanes lo intentaron de noche, pero no dio buen resultado, puesto que los soldados del Ejército Rojo, confundían a los aparatos alemanes mediante bengalas del mismo color e incluso, en una ocasión, la Luftwaffe bombardeó sus propias posiciones. Todo esto último según las memorias de Pavlov, aunque ya sabemos como de objetivas son según que memorias.

La importancia de la casa Pavlov residía en su emplazamiento y altura, ya que desde allí, los soviéticos podían espiar y observar el devenir de las tropas alemanas por la ciudad. Además los francotiradores podían utilizar el edificio para cazar a sus anchas, como así sucedió desde que fue ocupada por las tropas del Ejército Rojo. Así que no era un capricho la reconquista de la misma, tal como he apuntado. Además en la parte posterior de la casa, y a orillas del Volga había un embarcadero que no podía ser ocupado por los alemanes mientras la casa Pavlov estuviera en manos soviéticas.

El libro de Michael K. Jones me está sorprendiendo de manera muy positiva, pues hay muchos mitos que atribuye a la propaganda soviética, como que Pavlov, realmente no estaba al mando de las tropas de la casa. Fuerte, ¿eh?

Saludos