Publicado: Dom Abr 19, 2009 4:00 pm
por Bitxo
Aquí hay una fuerte crítica al libro citado: http://www.dupuyinstitute.org/ubb/Forum4/HTML/000065.html. Sobre el KOSAVE, lo único que tengo que señalar es que es una simulación, por más que parta de datos que se dan por exhaustivos y correctos. Es curioso, por otra parte, que en el KOSAVE se cite a Jukes, quien acusaba la duplicidad de los partes y cierta falta de sistema en el método de totalizarlos en el Diario de Operaciones del Alto Mando alemán.

Yo no voy a entrar en la típica batalla de cifras. Lo considero inútil dada la escasa fiabilidad de estas, con o sin KDB o KOSAVE. Que los soviéticos perdieron más carros que los alemanes está más claro que el agua. Que los alemanes perdieron la batalla, también. También resulta evidente que los alemanes atacaron cuando tenían que defender y que la sangría de Kursk, por más que se pretenda otra cosa, fue un golpe muy duro para una nación que no podía reemplazar fácilmente las pérdidas, ya fueran máquinas u hombres. Los alemanes basaron sus espectativas en una superioridad en términos de mando y de equipación, lo cual no se cumplió. En Kursk los soviéticos demostraron que habían aprendido a ahogar a la Blitzkrieg. Para ser más exactos, demostraron, para mayor vergüenza de Stalin y su EM, incluyendo a Zhukov, lo que podría haber sucedido en el 41 si se hubiese escuchado a Svechin, en lugar de confundir un plan de defensa con un exceso de ánimo e ilusión política. Las purgas hicieron mucho daño porque paralizaron mediante el terror el debate doctrinal. Pero, por otro lado, paradójicamente, las purgas eliminaron a quien criticaba a Svechin de “falta de comunismo” por solicitar un modelo de defensa en profundidad: Tukhachevsky. Normalmente se dice que en Kursk los soviéticos demostraron que habían aprendido a hacer la guerra, pero cuanto hicieron allí para preparar la defensa y la contraofensiva, ya lo tenían en su doctrina antes del 41. Si Stalin no hubiese priorizado su ansia de poder a la defensa del país, si no hubiese antepuesto su paranoia hacia el RKKA como rival político y le hubiese dejado trabajar sin miedo a una depuración, es muy probable que Barbarroja se hubiese estrellado como se estrelló Ciudadela. Obviamente con fuertes bajas, pues claro que sí, no voy a ser yo quien dude de la calidad operacional y táctica de los comandantes alemanes. Sólo dudo de su valía a nivel estratégico.

La otra conclusión es la de que los alemanes no debían haber atacado, sino defendido. Los alemanes sabían que los angloamericanos podían desembarcar en cualquier punto del Mediterráneo. En lugar de sacar fuerzas del Frente Oriental para la defensa del Frente Mediterráneo, se lanzaron a una operación a todas luces insegura, total para sacar esas fuerzas a última hora de manera que llegaran tarde a la defensa frente a esa amenaza, y de manera que su extracción terminara por comprometer no ya el dudoso éxito de Ciudadela, sino la defensa ante el contrataque soviético allí mismo o en el sector sur. El resultado fué que los alemanes perdieron terreno, fuerzas indispensables y a un aliado.

Las comparativas de carros en Kursk son igualmente absurdas, dado el tipo de combate que se llevó a cabo. Si un Tiger tiene cerca a un T34, lo mismo da uno que otro. Pero el Tiger es mucho más caro de producir y precisa una tripulación más entrenada para sacarle rendimiento. Con el Panther sucede lo mismo. Resulta, además, incomprensible que lo fabricaran con las orugas estrechas, tras tanta experiencia acumulada en Rusia. Sin duda los soviéticos perdieron muchos más carros. No me hacen falta las cifras de uno u otro bando. Basta imaginar el combate, a los T34 acercándose a toda velocidad para poder equilibrar la capacidad de penetración del blindaje de unos y otros. En esa aproximación debieron ser destruídos un montón de T34, y unos cuantos más en el combate cerrado. También se perdieron muchos Shermans en Francia o en Italia y nadie dice que perdieran en aquellas batallas, ni tan siquiera se mencionan supuestos empates técnicos. Por otro lado, muchos carros, de uno y otro bando, fueron destruídos por la aviación.

Toda esta clase de debates, obsesivos hasta la minucia, tienen un carácter político. El significado de Kursk, como apunté, es precisamente que cuando la política se mezcla con lo estrictamente militar, las operaciones se comprometen en exceso. En Barbarroja hubo una intromisión política intolerable e inexcusable, la cual dio al traste con la defensa de la URSS. En Kursk fueron los alemanes los que sufrieron aquello, empujándoles a una ofensiva absurda. Las victorias no se miden en carros destruídos, sean cientos o se llamen Tigers. Las victorias se miden en sus consecuencias demostradas en hechos. El KOSAVE no habla de esas consecuencias, y a él se aferran aquellos que, siguiendo criterios políticos, se empeñan en transmutar una derrota en una victoria, hasta el punto que un pretendido empate técnico lo tratan como tal victoria. Pero Italia se perdió como aliado, Ucrania también se perdió, la posibilidad de cegar los pozos petrolíferos o de bombardear a la industria de los urales, también. El desgaste político fue enorme igualmente, cara los otros socios de Alemania.