Publicado: Vie Dic 08, 2006 7:32 pm
por Domper
Tres aspectos:

Sobre lo dicho por Tirpitz sobre Kursk:

- Daba igual donde atacasen los alemanes. La inteligencia rusa (las redes de espías, pero sobre todo la suministrada por Inglaterra vía ULTRA) hubiesen indicado el punto. El objetivo de Citadelle no era tomar una ciudad, sino conseguir una victoria táctica destruyendo una fracción importante del ejército ruso.

- La alternativa era otra: no atacar, esperar el ataque soviético, y contraatacar. Probablemente era lo más prudente, permitía una mayor economía de medios, y seguramente hubiese impedido el avance en Ucrania en 1943.

- Sobre tanques, las decisiones se tomaron en 1942, no en 1943, y creo que fueron erróneas (eso daría para otro hilo). En todo caso, la comparación del T-34/76 con el Pz-IV es errónea: el Pz-IV era inferior al ruso en blindaje y movilidad, superior en armamento, pero muy superior en un aspecto clave: ergonomía. En campo abierto un pequeño número de Pz-IV podían derrotar a casi cualquier número de T-34. Yo creo que los alemanes se hubiesen beneficiado de haber desarrollado un "super Pz-IV, pero esa es otra.

Sobre lo dicho por Von_Gundi sobre la preparación para la guerra por parte alemana:

Se olvida que había otro factor: los futuros aliados también estaban preparándose para la guerra, y mejorando a marchas forzadas. Alemania tenía una ventaja de tres años pero la iba perdiendo.

Por ejemplo, en 1940, cuando Francia fue atacada, estaba aún equipada con diseños obsoletos (quedaban hasta biplanos de caza en el inventario), y el D-520 (equivalente al Bf-109E) apenas acababa de entrar en servicio. Un año después los franceses hubiesen dispuesto de una aviación de caza mucho mejor, con bastantes D-520 y MB-151 (con motor mejorado) y probablemente versiones mejoradas del Ms-406. Lo mismo en tanques, estaba empezando a desplegarse el Somua S-40 que tenía algo que decir frente a los Pz-III.

El problema de Hitler es que le habían visto el pelo. Tras la militarización del Sarre, la anexión de Austria y la intervención en España los políticos ingleses y franceses veían que se iba hacia una nueva guerra. Así pasó que mientras que conseguir financiar a los dos Strasbourg costó Dios y ayuda, los presupuestos para construir cuatro Richelieu (los dos acabados y otros dos mejorados) y dos portaaviones se votaron casi por unanimidad. Lo mismo en Inglaterra, que programó la construcción de nueve acorazados (cinco King George V y cuatro Lion) y seis portaaviones, cuando unos años antes tenían dificultades para financiar unos pocos cruceros. Lo mismo en otros campos.

En 1938, durante la crisis de Munich, el principal motivo por el que ingleses y franceses cedieron fue porque pensaban que sus preparativos apenas se habían iniciado y no podrían derrotar a Alemania (especialmente se temía a la Luftwaffe). Chamberlain volvió de Munich pregonando la paz, pero aceleró los preparativos bélicos. La ocupación de Chequia indicó que no se podía confiar en Hitler, por lo que franceses e ingleses decidieron no permitir más anexiones. En 1939, pensando que ya estaban mejor preparados, declararon la guerra.

Si la guerra se retrasaba, la posición de Hitler no mejoraba. En 1939 la economía alemana se salvó gracias a la anexión de Chequia. Pero Alemania dependía de suministros del exterior, que estaba pagando con una moneda sobrevalorada. A Hitler la economía y la administración le aburrían, pero de no haberse declarado la guerra Alemania se hubiese enfrentado a la recesión en uno o dos años.

Para acabar, sorbe Speer y Todt:

- Speer no sustituyó a Todt, sino que le sucedió tras morir el segundo en un accidente aéreo el 8 de febrero de 1942.

- La supuesta eficacia de Speer es cuestionable. Aunque hizo muchos esfuerzos, ni se aproximaban a la movilización económica norteamericana, inglesa o soviética. El problema era de otro tipo: la economía alemana al final de los treinta se había organizado no para favorecer la producción, sino el pleno empleo.

Así se consiguió salir rápidamente de la depresión, iniciar mucho antes el rearme que los aliados, pero a costa de la ineficiencia: los productos alemanes requerían muchísima mano de obra. Cuando fue preciso movilizar a los obreros y sustituirlos con trabajadores extranjeros (voluntarios o esclavos), la eficiencia disminuyó aún más y la calidad se hundió. La movilización económica no empezó dar frutos hasta finales de 1943, cuando ya era demasiado tarde. En el decisivo verano de 1943 Speer llevaba ya quince meses dirigiendo la economía germana sin demasiados logros.

Saludos