Publicado: Vie Abr 11, 2008 11:40 am
por Bitxo
Simon:

Si leyeras atentamente, y no por encima buscando piedras para tirarme, encontrarías en http://www.zweiterweltkrieg.org/phpBB2/viewtopic.php?t=1349 el siguiente texto:

Tras tres años y medio de guerra y seis meses de revolución, e inmersa en una guerra civil, Rusia tenía la economía deshecha. Las regiones más ricas estaban en manos de los adversarios [de los, aquí hay una errata, me comí esto al teclear] bolcheviques y las primeras medidas de autogestión fueron un desastre que permitió a los bolcheviques descartar un modo de producción contrario a sus ideas centralistas y que respondían a las ilusiones despertadas por la revolución y defendidas por sus rivales políticos. La urgencia que imponía el desolador paisaje ruso del momento permite, paradójicamente, que los bolcheviques avancen en su camino hacia el absolutismo. El denominado Comunismo de Guerra es lanzado por Lenin y supone que el Estado controla todos los medios de producción dejando a la iniciativa privada la parte más limitada posible. Además controla la actividad económica ciudadana por medio de servicios de trabajo obligatorios, implanta la autarquía, se encarga de la distribución de la producción y rehúsa del dinero como medio de intercambio. El Comunismo de Guerra fue un fracaso acentuado por la guerra civil y la intervención extranjera. El hambre y las enfermedades se extendieron por todo el país. Trotski, en su visión militarizada del nuevo plan económico, llevaría el horror de la represión en las regiones por él controladas aún más lejos, denunciando como deserción a quien no cumpliera con las directrices dadas y provocando una situación aún más desmoralizante tanto para los soldados encargados de cumplir los mandatos de represión como para el pueblo reprimido. Aún con todo, la población apenas cuestionó a los bolcheviques a sabiendas de que con los zaristas la situación no era mejor. Ambos bandos abusaban sin cesar, reclutando a la fuerza, robando las cosechas y hasta el grano para el siguiente año y fusilaban sin pestañear a quien osara enfrentarse a ellos.


Ahora te digo una cosa para que lo pienses y, a partir de ahí, llega a la conclusión que quieras: podemos justificar a Lenin sus actos porque deseaba una Unión Soviética marxista y libre de injerencias extranjeras. De igual modo podemos justificar a Stalin. Y sobre Hitler quién va a dudar de su patriotismo cuando lo único que deseaba era una Alemania poderosa y libre de enemigos marxistas y de seres inferiores quintacolumnistas. ¿Acaso vamos a negarle el derecho a los nipones de ampliar sus dominos, cumpliendo con su destino de superoridad, aunque para ello tuvieran que masacrar a unos pegajosos y medievales chinos? ¿Es posible culpar a Gran Bretaña o a Francia de hacer cualquier cosa en tal de preservar su Imperio en el cual la supremacía blanca se constataba por medio de convertir a millones de personas en sus criados? ¿Vamos a negarle el derecho a los EUA de tener un papel predominante en el mundo dada su base demográfica e industrial, aunque para ello lanzasen bombas atómicas y sostuvieran, junto con la URSS, una época de amenaza catastrófica a nivel mundial? La ironía puede ser una buena herramienta para lograr una visión de conjunto.
Ya hace mucho que llegué a mis propias conclusiones, y ellas se plasman en mis artículos e intervenciones. El poder y sus excusas deben tener un límite, aquel que no se vuelva una trampa mortal para los ciudadanos que lo sustentan, ni que convierta en víctimas a los que sustentan otro poder con similares reinvidicaciones. Mi postura es más ética o filosófica que política.
Y disculpa si te ofendí con lo del revisionismo pro stalinista. Hay mucho revisionismo por ahí de todos los gustos y colores, y por tanto mucha gente que cuenta con información sesgada o edulcorada. Yo intento no perder el norte entre tanto interés que se denota en muchos libros y artículos, tratando de obtener una visión de conjunto que me aleje de una visión partidista. Por otro lado, la pretensión real de esos artículos no es la de un análisis detallado de la Revolución de Octubre ni de la Guerra Civil soviética. El verdadero objetivo era sentar la base para explicar el ambiente del período de entreguerras, necesario para comprender la SGM, pues esto es un foro de la SGM y no de historia general del SXX. Mal se puede explicar, por ejemplo, la colaboración de los soviéticos con los alemanes, o la política exterior de la URSS, si no se conoce dicho período.

Gurevich:

No poseo bibliografía detallada acerca de los Hiwis. Que yo sepa no existe en español. Se que fueron tan numerosos que ni rusos ni alemanes reconocen cifras realistas, y por ahí se barajan números tan dispares que van desde unos pocos cientos de miles hasta más de dos millones. Fueron, mayormente, auxiliares. Pero también los hubo armados y hasta los que se fueron retirando con los alemanes hasta el reducto berlines. Sin estos hiwis, los alemanes hubieran debido emplear a su propia tropa para estas tareas y se hubiera reducido su capacidad ofensiva. De todas formas, usemos la lógica e imaginemos una debilitada unidad alemana acosada por el Ejército Rojo. A sabienda del destino que correrían tanto alemanes como Hiwis, ambos encontrarían deseable que los segundos empuñaran las armas. He intentado encontrar información seria y dedicada sobre ellos, pero sin éxito. Así que no te puedo decir mucho más, muy a mi pesar.
La participación soviética en la lucha contra el régimen de Stalin es todo un universo difícil de concretar. Las causas del apoyo a los alemanes varían desde el oportunismo hasta la política, desde la necesidad de saciar el hambre hasta la causa nacionalista, trocándose casi todas ante la dura realidad de la visión alemana de conquista con una carencia de medios que aconsejaban lo que se ha denominado guerra de exterminio.

Y esta última frase me reitera hacia Simon otra vez... ¿Hasta qué punto hemos de apoyar la consecución de ciertos objetivos? ¿Hasta dónde hemos de permitir que una u otra visión del mundo apisone los más elementales derechos humanos? ¿Debe una doctrina, la que sea, prevalecer sobre los intereses individuales? En mi opinión, que una teoría de organización social oprima los intereses individuales hasta el punto de tornarlos colectivos entra en clara contradicción si su verdadera función es organizar a ese colectivo de manera que pueda garantizarle algo más que mera supervivencia. Cuando el poder, manejando la ilusión ciudadana, se torna absolutista, ya no se puede hablar de un Estado que vele por los intereses de su pueblo, sino de un Estado criminal que lo reprime cuando lo considera necesario, alejándose de sus necesidades vitales y contemplándolo como mera herramienta al uso. Ni el concepto Doctrina ni el de Nación deben prevalecer sobre estas necesidades vitales (alimentación, igualdad y libertad de expresión, por ejemplo). Si el único método para que estos conceptos prevalezcan es la anulación de estas necesidades de todo individuo, por algo será. Significará, es mi opinión, que no es la vía a seguir. Y ojo, que estoy hablando de cualquier doctrina o nación.