Publicado: Sab Feb 23, 2008 1:32 am
por Roul Wallenberg
Con respecto a los combatientes negros de los EE.UU. tengo percepciones encontradas. Por un lado algo paradojal que víctimas de un racismo duro hayan ido a Europa a combatir a otros racistas; no dejo de olvidar las brutales palizas que recibieron de sus propios compañeros blancos en Inglaterra cuando eran vistos acompañados de alguna damita inglesa. También leí de lo difícil que era para un negro obtener una medalla, tenía que llevar unos pelos del bigote de Hitler para ganarse una modesta citación. Si Audry Murphy hubiera sido negro (o latino), comentaba el historiador bélico, con suerte habría vuelto a casa con una par de medallas y no de las muy relumbrantes, lo habrían escondido debajo de la alfombra.

En este foro hice una pequeña ficción acerca de qué habría sentido un guardia negro en el Tribunal de Nuremberg al escuchar a Goering en sus paralellsmo entre el racismo aleman y el americano, escuelas segregadas, cines idem, buses idem, etc.,etc. El sargento negro de regreso a su hogar luego de arriesgar el pellejo no habría podido ir con su señora e hijos a cualquier restaurant a celebrar su llegada. Ni alojarse en cualquier hotel. Se habría preguntado ¿Y a qué fuí a Europa yo?

Reconozco lo polémico del tema y que corresponde a una realidad de hace mas de 60 años, pero me he quedado con la idea que un soldado de color...negro en el Pacífico, bueno sí, peleaba contra otros discriminados por ser amarillos, pero en Europa, no tenía nada que hacer, era tan repulsivo para el enemigo como para un porcentaje apreciable de sus propios compañeros.


Salu-2