Publicado: Dom Mar 21, 2010 7:04 pm
por ParadiseLost
Hola a todos.
Os dejo otra de las cartas que desde el BDO se dirigieron a los generales alemanes al mando de tropas del Heer.
La que a continuación os adjunto, es la carta del el teniente general barón Edler von Daniels, al mando de la 376.ª I.D. durante la batalla de Stalingrado, envió al mismísimo Mariscal von Manstein.

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Imagen: http://www.ww2archive.net/img760.htm
Teniente general Edler von Daniels.

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Imagen: http://es.wikipedia.org/wiki/Erich_von_Manstein
Mariscal von Manstein.


¡Herr Mariscal!
El cerco y como consecuencia la destrucción de diez divisiones de su Grupo de Ejércitos un año después de la catástrofe de Stalingrado no es tan solo una derrota militar –es un ya no comprensible, irresponsable sacrificio de piezas irreparables de nuestro pueblo. Sé, Mariscal. Que ya no es ningún nacionalsocialista convencido. Y que tampoco pertenece a los llamados "generales del partido".
Todos los servicios que ha tenido durante esta guerra, los ha ocupado gracias a sus habilidades militares. Y por eso juzga también la situación general como es, ¡sin esperanza!
Así debía saber, Herr von Manstein, ya antes de esta nueva catástrofe, que el arco del frente en el Dniéper no puede resistir, y eso ya lo sabía. Sin embargo se sometió a la orden de Hitler que en su previsible resultado acabó en la muerte sin sentido de diez mil soldados alemanes.
¿Por qué lo hizo? ¿Por qué sigue guiando a sus divisiones a una lucha sin esperanza? ¿Cuánto tiempo va a seguir cooperando en la destrucción del Ejército alemán, causada por Hitler?
Quizás podría decir: he expuesto mis dudas y mi crítica, y no he sido escuchado. ¿Calla tan rápido su conciencia? ¿Se agota su sentido de la responsabilidad y su opinión de oficial en la obediencia formal frente a Hitler, del que sabe perfectamente que sus órdenes carecen de responsabilidad y son perjudiciales?
El pueblo alemán no exige de los jefes del Ejército que en contra de sus convicciones prosigan una guerra sin sentido solo porque un aventurero así lo desee. El pueblo espera y reclama, que los jefes del Ejército –y usted también, Mariscal– reúnan el valor y la firmeza, para actuar según sus razones y convicciones.
Y reflexione aun sobre esto. A lo largo del último año el frente ha retrocedido hacia el Oeste 1.500 kilómetros y se halla hoy en día sólo a 450 kilómetros de la frontera de la provincia de Silesia. Usted, Mariscal, sabe demasiado bien, que aquí las palabras retirada y rectificación del frente sólo son una burla a la derrota de Alemania. Al final del último año, además, un decisivo sector del frente –justamente, el que usted comandó– de una dirección Norte-Sur solamente justificada por la estrategia se ha convertido en un grotesco eje Este-Oeste, que transcurre en un frente de 750 kilómetros desde Nikopol hasta Lusk y que verdaderamente desafía a la desintegración y a la creación de un cerco. Usted, Mariscal, debe saber y sentir que es una humillación para el generalato alemán, guiar a sus tropas de esa manera. ¿Cómo se explica la quiebra del generalato alemán? ¿De dónde ese repentino desmoronamiento de su capacidad? La quiebra militar del generalato alemán es la consecuencia natural del fracaso político y moral a lo largo de una década. Miremos a la verdad a la cara: Por el plato de lentejas del rearmamento nos dedicamos plenamente a un régimen enemigo del pueblo que no podía vencer y el generalato debía descomponer moral y técnicamente. Es la hora. El generalato alemán que sigue dedicado plenamente a un régimen enemigo del pueblo ya no desempeña su papel en el marco de la nación. Con cada día que pasa el pueblo lo siente más como una ayuda de los corruptos, como el enterrador de la nación. E indudablemente el pueblo pedirá cuentas a cada general alemán sobre su comportamiento después la caída de Hitler durante ese tiempo de difícil destino. ¿Y cree usted que el pueblo preguntará entonces si usted ha guiado bien esa o aquella operación individual? ¡No! Se le preguntará: ¡Mariscal! ¿Sabía que la guerra estaba perdida? ¡Sí o no! Y Usted deberá responder a la pregunta.
El pueblo le preguntará a continuación: Y a pesar de que sabía que era inútil acabó por guiar a sus ejércitos a la lucha y al hundimiento, trayendo al pueblo alemán un sufrimiento evitable e interminable.
Mariscal, existe un límite, más allá del que la obediencia de las órdenes debe ser llamado crimen contra el pueblo.
¿Quiere recaiga sobre Usted ese veredicto de la historia?
No se lo deseo. Pero no se escapará de esa suerte si por lo menos no salva al resto de sus tropas de la perdición a manos de Hitler...
Téngalo usted claro, Mariscal von Manstein:
Si usted no actúa, lo harán sus soldados en breve. Y nadie necesitará decirles a los soldados que actúen. Entonces el pueblo alemán quedará unido en este bando y sobre todo los que han fracasado pronunciarán su duro, pero justo veredicto: ¡culpable!

Firmado:
Von Daniels, teniente general, miembro de la junta directiva
de la Liga de Oficiales Alemanes.



Fuente:
- Stalingrad: Konflikt und Konsequenz, de Walther von Seydlitz

Traducción:
- Paradise Lost


Saludos