Publicado: Dom Ago 19, 2007 12:32 am
por Capitan Miller
Hola a todos.

Sigue el serial con este extracto de la entrevista mantenida entre Hitler y el Conde Ciano en Berlín, el 28 de Septiembre de 1940. Parece que los amigos y probables aliados de Franco no se fían mucho de éste, y se sienten contrariados ante la posición del gobierno español de pedir todo a cambio de casi nada. El mosqueo va subiendo de tono.

Saludos.

Al principio de la entrevista, el Fuhrer preguntó al Conde Ciano sobre la posibilidad de un encuentro con el Duce en el Brenero. Lo consideraba necesario para intercambiar opiniones con el Duce sobre la situación general, pero especialmente tambíen sobre la cuestión de España, antes de que se tomaran posteriores decisiones. También deseaba tratar con él sobre la situación estratégica. En lo relativo a España, Alemania, de acuerdo a su experiencia durante la Guerra Civil, estaba segura de que no se podrían realizar progresos con España sin llegar a acuerdos muy detallados y concretos. Era crítico para Alemania e Italia lograr la victoria en la guerra de forma absoluta y en el menor tiempo posible.

Las propuestas realizadas por España a Alemania, a groso modo, eran las siguientes:

1.- Alemania entregaría el año próximo de 400.000 a 700.000 toneladas de grano.
2.- Alemania aportaría todo el combustible necesario.
3.- Alemania cubriría la necesidad de equipamiento del Ejército Español.
4.- Alemanía aportaría la artillería, aviones y armas y tropas especiales para la conquista de Gibraltar.
5.- Alemanía entregaría a España todo Marruecos y Orán, y mediaría en una revisión de las fronteras al oeste de Rio de Oro.
6.- España promete a Alemania, a cambio de todo lo anterior, su amistad.

Se debe pensar minuciosamente si se desean contraer tales obligaciones, y si se excluyen otras posibilidades. Además, el Fuhrer estaba preocupado de que los acuerdos relativos a Marruecos pudieran filtrarse y ser conocidos en Francia. En ese caso los franceses bien podrían llegar a un acuerdo con Inglaterra si sospechan que Marruecos se perdería en cualquier caso al final de la guerra. Por todo ello, sería más favorable para Alemania si los franceses permanecen en Marruecos y nos defienden de los ingleses. Si España ocupara el territorio, probablemente se limitaría a pedir ayuda a Alemania o Italia en el caso de un ataque inglés, y además sus medidas militares se realizarían de acuerdo al "tempo" de su Guerra Civil. Por ello sería necesario hablar sobre todo el asunto con tranquilidad durante varias horas con el Duce, sobre su utilidad e importancia militar, especialmente dado que la ayuda que debería aportar Alemania supondría un gran sacrificio, el cual no puede ser llevado a cabo tan sólo esperando la amistad y buena voluntad de España. Hasta ahora, en ningún modo, España a ofrecido una propuesta equivalente. Se debe estimar el problema con una gran calma, y examinarlo a la luz de sus posibles efectos. El asunto estaría totalmente claro si España asumiera otras obligaciones. Considerando lo incierto de la actitud de España, Alemania e Italia, en esta próxima entrevista entre el Fuhrer y el Duce, deben compartir la misma posición respecto del problema español. Los acuerdos con España sólo significarían obligaciones para nosotros y deberían en la práctica ser buenos desde el punto de vista militar para Alemania e Italia. Las consecuencias podrían ser muy desagradables. No sería imposible que una vez conocidos los acuerdos relativos a Marruecos y Orán, todo el Norte de África cayera en manos de Inglaterra. Esto haría necesaria la conquista del territorio. Esta maniobra militar debería realizarse sobre un puente muy inestables, España, ya que durante la misma cabría la posibilidad de una vuelta a la neutralidad del gobierno español. En ese caso Inglaterra podría entonces tener en África un gran número de bases aéreas, las cuales aunque no decisivas para la guerra podrían ser muy molestas, ya que el tráfico aéreo desde Alemania e Italia se dificultaría debido a las largas distancias.

El Fuhrer mencionó la invitación realizada por Franco para encontrarse con él en la frontera franco-española. Todavía no sabía si debería aceptar esta invitación. Todo depende de la conversación con el Duce. En cualquier caso el Fuhrer no está convencido de que España tenga "la misma fuerza de voluntad para dar que para tomar". Además, es costumbre entre los aliados ayudarse mutuamente de forma recíproca; en el caso de España, sin embargo, esa reciprocidad se echaría en falta.

Cuando España estaba envuelta en la Guerra Civil, Alemania apoyó a Franco en gran medida considerando su situación en esos momentos. Ese apoyo, además, no se realizó sin riesgo. No sólo estaba limitado a la entrega de material, sino que también se enviaron voluntarios, y muchos alemanes e italianos cayeron en España. No se consideró este sacrificio de sangre en términos de valor económico, sino como un regalo sin reservas para España.

Económicamente Alemania ha entregado muchos cientos de millones a España. El Fuhrer ha tomado la decisión de que el pago de esta deuda debe ser dejado a un lado durante la guerra, aunque puedo ser retomado de nuevo después de la victoria de Franco. Siempre que Alemania ha demandado el pago de los 400 millones de deuda contraidos durante la Guerra Civil, ha sido interpretado con frecuencia por los españoles como de poco tacto al confundir consideraciones económicas e idealistas, y como un alemán, uno se siente hacia España casi como un judio, que quiere hacer negocio hasta con las más sagradas posesiones de la humanidad. Por tanto en todos los acuerdos con España se debe comenzar con establecer muy claramente los términos, y si Alemania debe entregar grano la cuestión de la compensación debe ser establecida ya mismo.

Italia y Alemania han hecho mucho por España en 1936. Italia acababa de finalizar su conquista de Etiopia, mientras que Alemania se encontraba enmedio de su rearme. Sin la ayuda de ambos paises hoy no habría Franco.

De todas esas consideraciones se desprende que una entrevista con el Duce es necesaria antes de tomar ninguna otra decisión a futuro. En ningún caso se debería dar un paso respecto a España que llevara a un empeoramiento de la posición estratégica en el Mar Mediterráneo.

El Conde Ciano respondió que el Duce aprovecharía con mucho gusto la oportunidad de una reunión con el Fuhrer. Él ha hablado frecuentemente con Ciano sobre ello. El Fuhrer podría sugerir una fecha al respecto.

Además, el Duce tiene las mismas preocupaciones que las mencionadas por el Fuhrer respecto de las dificultades implicadas en la entrada de España en la guerra. Italia tampoco ha olvidado las experiencias durante la Guerra Civil. Por aquel entonces Franco declaró que si recibía 12 aviones de transporte o bombardeo ganaría la guerra en unos pocos días. Aquellos 12 aviones se convirtieron en más de mil, seis mil muertos y catorce mil millones de liras. Con toda la simpatía debida a España, pensándolo bien se trata de hecho, y ahora el Duce teme que otros muchos sacrificios sin recompensa sean pedidos a Italia y Alemania. Aparte de ello, se teme que siguiendo los pasos de la Guerra Civil las peticiones de España se incrementen más y más en el transcurso de los acontecimientos. Por tanto es necesaria la precacución, y un encuentro es muy apropiado.

Se decidió ajustar la fecha de la entrevista entre el Fuhrer y el Duce en el Brenero de acuerdo a la visita de Serrano Suñer a Roma el viernes 4 de Octubre de 1940.

Berlín, 29 de Septiembre de 1940.
Schmidt.
Ministro.


Fuente: http://www.yale.edu/lawweb/avalon/wwii/spain/spmenu.htm