Publicado: Vie Dic 01, 2006 10:41 am
por ParadiseLost
Amigos de verdad.
Horst Korb no puede olvidar el pasado. Desde 1949 no se puede quitar de la cabeza a su compañero de prisión Peter Schneppenheim. "Porque estuvo conmigo desde el primer día del cautiverio, en todos los campos hasta Siberia", afirma Horst Korb. Juntos soportaron las peores condiciones climáticas de su vida, prisioneros en el campo de Krasnogorski, en Siberia, hasta 60 grados bajo cero. "Compartimos cada miga de pan", relata Peter Schneppenheim sobre su cautiverio y la amistad entre ambos.

El campo era gobernado con mano férrea. Y quien quería sobrevivir, necesitaba compañeros. Horst Korb está aún hoy en día en deuda con Peter Schneppenheim, ya que probablemente le salvó la vida. "Una vez allí seleccionaron a los que trabajaban la madera. ‘¿Quién es carpintero? ¿Quién es artesano?’" Como Peter era carpintero fue inmediatamente escogido y entonces gritó: "Horst, ven conmigo, tú eres carpintero. Ven, ya aprenderás.Yo dudaba, ya que era vendedor, pero al final me convenció. Eso probablemente me salvó la vida. Los demás estaban en los campos de trabajo en el bosque. Allí el trabajo era muy duro y no había casi nada que comer."

Reencuentro después de 54 años.
Después del regreso a casa en el 49, sus caminos se separaron. Horbst viajó al Oeste y Peter a la DDR. Con ayuda del ZDF-Acción volvieron a encontrarse 54 años después en Kerpen, cerca de Köln. Después de medio siglo, los amigos que compartieron los peores años de sus vidas se abrazaron de nuevo. "Me he alegrado muchísimo. Ha sido uno de los días más bonitos de mi vida.", afirma Peter. Ambos tienen mucho que explicarse: la vida después del cautiverio, bodas, niños, y su vida en el campo de Krasnogorki en Siberia.
La cruz roja de München ayudó desde el fin de la guerra en la búsqueda de desaparecidos. 14 millones de casos debían esclarecerse. Hoy en día aún hay un millón y medio de casos abiertos. El encargado de la búsqueda, Klaus Mittermaier, aconsejó a cada uno, no perder nunca la esperanza. "Ahora tenemos una nueva perspectiva. Porque ahora tenemos acceso a todos los documentos del archivo central de Moscú", afirma Mittermaier.

No es demasiado tarde.
Los documentos aportan luz y acaban con décadas de incertidumbre. "Se puede partir de la base de que cuando una persona ha perdido a un conocido, en cualquier momento empieza a superarlo. Y después de esa superación se pueden fijar nuevos horizontes y empezar una vida de nuevo. Y por supuesto, es posible que la otra persona aún esté viva." No es demasiado tarde. Aún hay esperanza para el reencuentro.

Fuente: ZDF, Politik und Zeitgeschehen
Traducción: Paradise Lost


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