Publicado: Mié Nov 29, 2006 10:54 am
por ParadiseLost
Hola a todos.
Aquí os paso unas traducciones del canal alemán ZDF sobre testimonios del bando ruso.
He creado este post para intentar reflejar al máximo, la crudeza de la batalla en la que tomaron parte los dos bandos.

La batalla de Stalingrado.
En la ciudad soviética de Volvogrado, antes llamada Stalingrado, murieron en la segunda guerra mundial más de un millón de personas. Muchos de esos cuerpos, aún no han sido recuperados, sino que yacen en la estepa rusa, sin tumba, entre chatarra.

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Monumento a las víctimas.

En la primavera del 2002, la profesora Galina Oreschkina, se dirige con sus alumnos a la estepa rusa, en las inmediaciones de Volvogrado, antes Stalingrado. Tienen la intención de encontrar algunos cuerpos.

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Hace mucho tiempo que los huesos yacen en la estepa.

Bajo la hierba de la estepa, se encuentra mucha chatarra y esqueletos pertenecientes a la gran batalla. Al fin, encuentran un hueso perteneciente a un caído. ¿Ruso o alemán? La muerte no hace distinciones. Entonces los chicos, Sergei y Tatjana, empiezan a cavar. Encuentran astillas de hueso, alambre y munición. Una vez encontraron la última voluntad de un moribundo: "Quien encuentre esta nota, que escriba a mi familia, porque habré caído en el campo de batalla". "Una frase que nos llegó al alma", dice Galina. Se encargan de acabar con la esperanza de poder encontrar aún a los seres queridos. Galina Oreschkina: "Para mí, los soldados caídos en batalla, no están muertos del todo. Veo sus ojos desaparecidos, oigo sus voces en el campo. Yacen aquí y nos esperan. Quieren un entierro decente".

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"Quien encuentre esta nota..."

Sombras del pasado.
Stalingrado, su nombre resuena como la mayor batalla de la segunda guerra mundial. Cerca de un millón de soldados soviéticos, cayeron en la defensa de la ciudad. Hitler perdió su VI ejército. Cerca de 230.000 hombres fueron rodeados. La mayoría se desangraron en las ruinas, fueron heridos, o murieron de hambre o de frío.

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Tropas en Stalingrado.

Galina Oreschkina se ocupa de los cementerios de soldados alemanes. Tuvo que soportar fuertes desavenencias. Muchos rusos no querían que los soldados alemanes recibieran sepultura en tierra rusa. Hay heridas que no cicatrizan. También hay dolor del lado alemán. Tristeza por los camaradas caídos. Más de 20.000 cuerpos de soldados alemanes, descansan en estos cementerios, cuya tierra está teñida de sangre. En las placas hay 11.000 nombres.

Aún siento ese horror.
Marcha hacia Stalingrado. Verano de 1942. La lucha se endureció. La población civil fue como siempre, la que más sufrió. Stalin prohibió la evacuación de los civiles. Debido a los ataques aéreos, más de 40.000 personas murieron en una semana. Un soldado ruso escribe a su hermana en Stalingrado. Espera que la guerra no le alcance.

Nadeschna Mitjukowa a quien iba destinada la carta, vivió el bombardeo con 8 años. No ha olvidado a su hermana pequeña ni a tantos muertos. Nunca volvió a ver a su padre Michail. Lo peor eran los ataques sobre los barcos con refugiados. La sangre enrojecía el Volga, recuerda. Nadeschna Mitjukowa: "Caían muchas bombas. Los barcos se balanceaban de un lado a otro. El barco que iba delante nuestro, fue alcazado y explotó. Las personas se ahogaron. Aún sueño con ello. Sueño como se ahogan lentamente. Aún siento aquel horror.

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Nadeschna Mitjukowa.

Las pesadillas de los habitantes de Volvogrado: La lucha casa por casa. Una muerte cruel en ambos bandos, como rusos y alemanes aún no habían presenciado. Balkas, se llamaban las pequeñas grietas en el terreno. Estaban llenas de cadáveres. Eberhard Stephan, comandante de un regimiento: "Era horrible. Estaba siempre rodeado de cadáveres. Se habían congelado. Horrible. Cientos y cientos. Los Balkas estaban llenos".

Reconstrucción a costa de sangre y sudor.
Volvogrado es una ciudad al lado del Volga, con un millón de habitantes, reconstruida con sangre y sudor. A causa de la batalla, pasó a la historia. La ciudad es un monumento conmemorativo a Stalin y la guerra de la patria.
"Ese terreno tan disputado, sobre todo la colina Malmajew, es para nosotros sagrado", dice Nikolai Feodotow. Es presidente de la asociación de veteranos de Stalingrado. Está muy comprometido con la conservación de los cementerios alemanes. Nikolai Feodotow: "Estaba presente, cuando se daba sepultura a los restos de algún joven soldado, cuando su cuerpo era enterrado. A veces vienen los familiares de los caídos. Han perdido a un ser querido. Eran jóvenes. No sabían con que finalidad lo hacían. Obedecían los órdenes de Hitler."

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Nikolai Feodotow.

Consuelo para el alma rusa.
El melancólico "Träumerei" de Schumann suena en la sala. Fuera hay un cementerio con 35.000 caídos por la madre patria. La tragedia convertida en piedra, consuelo para el alma rusa. En un extremo, prospera una tienda con recuerdos: Cascos antiguos y armas viejas se ofrecen como souvenir. El museo de guerra también ha cambiado. Hay nuevas fotos y uniformes en la exposición.

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La exposición se renueva.

En medio de la devoción a los héroes soviéticos, los soldados alemanes también tiene una cara. Ya no son como antes, una horda fascista. Se concentran y exhiben cartas de soldados alemanes. Cartas que nunca llegaron. "Querida esposa y queridos hijos", escribe un soldado. La última noticia que tuvieron de él sus seres queridos.

El museo tiene grandes problemas financieros. Incluso en el 2002, el año de la conmemoración del 60 aniversario del ataque a la ciudad, el director del museo se quejaba. Con la economía de Volvogrado todo va cuesta arriba. Una ciudad en decadencia con un gobierno comunista. El pasado tiene fuerza. Monumentos, estelas, cementerios por todas partes. En el centro de la ciudad: escolares con uniformes. Cada 20 minutos cambio de guardia. Son los mejores de la clase. Por eso pueden desfilar delante del monumento, y la guardia tiene armas históricas. Bajo el mandato de Gorbatschow se abolió, bajo el de Putin se volvió a introducir. Reflexiones sobre el pasado, sobre la victoria del invasor alemán.

El pasado tiene fuerza.
Piojosos, delgados, enfermos y golpeados, 110.000 soldados alemanes acabaron en el cautiverio. Sólo 5.000 de ellos volvieron a ver Alemania. Nadeschda Mitjukowa tampoco puede olvidar esas imágenes, recuerdos de infancia. Nadeschda Mitjukowa: "Vi a los prisioneros alemanes. Tenían una pinta muy mala, estaban hambrientos y no tenían ropa de invierno a pesar de que hacía mucho frío. Me dieron much lástima, a pesar de todo. No les odiaba. Les tenía compasión, ya que también eran personas."

Nadeschda Mitjukowa es una de las que reconstruyeron la ciudad. Fue profesora de alemán. Nadeschda es presidenta del club "Niños de la ciudad de los héroes de Stalingrado", y recopila las historias de los niños que sufrieron el ataque.

Los alumnos de Galina Oreschkina han estado todo el día removiendo la tierra de la estepa de Rossoschka y han encontrado un montón de cosas. Está oscureciendo. Durante el camino de vuelta cantan una canción de la guerra, sobre soldados caídos. Las sombras de Stalingrado cubren aún a los jóvenes de Volvogrado.

Fuente: ZDF Politik und Zeitgeschehen

Saludos