Publicado: Sab Nov 03, 2012 2:33 pm
Una de las múltiples lecturas que se puede hacer del Tercer Reich debido a su inmensa trascendencia es la de una encarnación maléfica con "intereses" o "influencias" sobrenaturales. Y esta visión ha prendido en nuestra psique. Un ejemplo de ello son los heroicos esfuerzos de Indiana Jones para evitar que se hagan con el Grial o el Arca de la Alianza.
Y, sin embargo, es posible que exista un lado "esotérico" del Tercer Reich. Está demostrado que en Alemania existía un sustrato esotérico/cultural creado por grupos racistas y nacionalistas germánicos de Austria y Alemania a finales del siglo XIX y comienzos del XX. El propio Hiter estaba familiarizado con estas teorías, cuyas publicaciones había leído y devorado en su juventud.
El origen de este "esoterismo" nazi tiene sus raices en un peculiar singular sistema filosófico, la teosofía, creado por la espiritista rusa Helena Petrovna Blavatsky, nacida Helena von Hahn. Esta, que había visitado el Tibet, había viajado extensivamente buscando la "sabiduría" y se atribuyó poderes paranormales. Desafortunadamente para ella, hoy en día es tan "célebre" por sus curiosas teorías como por sus manifiestos embustes. En octubre de 1874 Blavatsky conoció al coronel Henry Olcott, así como a William Quan Judge, un joven abogado irlandés en Nueva York; con ellos fundó en 1875 la Sociedad Teosófica en Nueva York. En octubre de 1879 inició la publicación de la revista de teosofía, que fue llamada "The Theosophist" (la cual todavía se publica), siendo Blavatsky la editora responsable y sistematizó sus tesis en La doctrina secreta (1888).
Afirmó que existían siete ciclos históricos desde la creación del Universo e identificó siete razas madre. Creía que el mundo vivía su cuarto ciclo y era la época de la quinta raza, la aria. Esta, que procedía de la Atlántida (1), era considerada superior a las anteriores e inauguraba un período de restauración espiritual. Si bien cristianos y judíos habían esclavizado a los ários, si estos se iniciaban en la teosofía dominarían el mundo. A causa de esto y otras teorías suyas sus críticos la acusarían de racismo, particularmente cuando Blavatsky menciona a algunos grupos étnicos como los aborígenes australianos por ejemplo, como pertenecientes a una raza inferior, puesto que los identifica como "un cruce atlanto-lemuriano". Con respecto a los semitas, particularmente los árabes, dijo que eran "espiritualmente degenerados y perfectos en el materialismo". Esto es tal vez un error de interpretación y de traducción desde el idioma inglés. En la Doctrina Secreta, Tomo II (ed. en inglés) ella hace referencia al idioma árabe y hebreo que se habían vuelto materialistas, dejando de mostrar fácilmente la esencia de las cosas, tal como lo expresa el sánscrito del que derivan.
¿Cómo llegó la teosofía a influir al nazismo?
(continuará...)
(1) Blavatsky no había oído hablar de Raticulín, obviamente.
Y, sin embargo, es posible que exista un lado "esotérico" del Tercer Reich. Está demostrado que en Alemania existía un sustrato esotérico/cultural creado por grupos racistas y nacionalistas germánicos de Austria y Alemania a finales del siglo XIX y comienzos del XX. El propio Hiter estaba familiarizado con estas teorías, cuyas publicaciones había leído y devorado en su juventud.
El origen de este "esoterismo" nazi tiene sus raices en un peculiar singular sistema filosófico, la teosofía, creado por la espiritista rusa Helena Petrovna Blavatsky, nacida Helena von Hahn. Esta, que había visitado el Tibet, había viajado extensivamente buscando la "sabiduría" y se atribuyó poderes paranormales. Desafortunadamente para ella, hoy en día es tan "célebre" por sus curiosas teorías como por sus manifiestos embustes. En octubre de 1874 Blavatsky conoció al coronel Henry Olcott, así como a William Quan Judge, un joven abogado irlandés en Nueva York; con ellos fundó en 1875 la Sociedad Teosófica en Nueva York. En octubre de 1879 inició la publicación de la revista de teosofía, que fue llamada "The Theosophist" (la cual todavía se publica), siendo Blavatsky la editora responsable y sistematizó sus tesis en La doctrina secreta (1888).
Afirmó que existían siete ciclos históricos desde la creación del Universo e identificó siete razas madre. Creía que el mundo vivía su cuarto ciclo y era la época de la quinta raza, la aria. Esta, que procedía de la Atlántida (1), era considerada superior a las anteriores e inauguraba un período de restauración espiritual. Si bien cristianos y judíos habían esclavizado a los ários, si estos se iniciaban en la teosofía dominarían el mundo. A causa de esto y otras teorías suyas sus críticos la acusarían de racismo, particularmente cuando Blavatsky menciona a algunos grupos étnicos como los aborígenes australianos por ejemplo, como pertenecientes a una raza inferior, puesto que los identifica como "un cruce atlanto-lemuriano". Con respecto a los semitas, particularmente los árabes, dijo que eran "espiritualmente degenerados y perfectos en el materialismo". Esto es tal vez un error de interpretación y de traducción desde el idioma inglés. En la Doctrina Secreta, Tomo II (ed. en inglés) ella hace referencia al idioma árabe y hebreo que se habían vuelto materialistas, dejando de mostrar fácilmente la esencia de las cosas, tal como lo expresa el sánscrito del que derivan.
¿Cómo llegó la teosofía a influir al nazismo?
(continuará...)
(1) Blavatsky no había oído hablar de Raticulín, obviamente.