Publicado: Vie Abr 06, 2012 7:14 pm
por grognard
Leí el artículo hace unos días, y me pareció que al autor del mismo lo decía todo sobre el señor Basti. Al hilo de lo que comentaba Lamole, entresaco un par de párrafos. Las negritas y subrayados son míos.

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Los capítulos siguientes, alimentados con suposiciones que Basti ya había desgranado en sus libros anteriores, se van adentrando en lo que algunos críticos han calificado como el género de política-ficción. Para el autor, el Führer no se suicidó en su búnker como la historia oficial registra, sino que tras un serie de secretos acuerdos con los Estados Unidos habría viajado semanas antes rumbo a Viena, luego a Barcelona y luego parece que a Vigo o el Ferrol, donde abordó un submarino que lo trajo hasta costas de la Patagonia -puerto de Comodoro Rivadavia, Caleta de los Loros, Tierra del Fuego-. Allí, en el sur argentino, vivió una más o menos apacible vejez acompañado por su mujer, Eva Braun, y por algunos de sus más buscados lugartenientes, entre ellos su mano derecha Martin Bormann, también muerto "oficialmente" en la capital alemana (Basti, como muchos, soslaya los recientes exámenes genéticos concluyentes realizados al cadáver de Bormann hallado en Berlín).

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En el libro todo es vago, todo es suposición, y los testimonios que podrían acercar alguna certeza a las hipótesis planteadas han sido tomados de ancianos vecinos o conocidos que dicen recordar haber visto a alguien con parecido a otro alguien, lo que se acerca prácticamente a lo ridículo cuando se relata el testimonio de una abogada que asegura haber atendido a una mujer que, "al entrar en confianza", aseguró ser hija de Hitler y de Eva Braun, y que entonces la profesional buscó una fotografía aparecida en una revista y ello "alentó su sospecha de que realmente se trataba de la hija de la amante de Hitler"

Enrique Anderson Imbert, en su magnífico Teoría y técnica del cuento, divide a las narraciones, según su naturaleza, en realistas, fantásticas o lúdicas. En la categoría realista coloca a todas aquellas historias factibles de suceder; en la fantástica, a aquellas imposibles de hacerlo, y en la lúdica, a aquellas improbables. En alguna de estas dos últimas parecería ubicarse el extenso y tartamudeante relato de Basti, quien repite una y otra vez citas, aclaraciones y acontecimientos como si uno de los dos, escritor o lector, sufriera de severa amnesia.


Respecto al último párrafo del artículo, en el que Basti también pone en tela de juicio la muerte de Osama Bin Laden en Pakistán, me quedo, por su equivalencia con la "labor investigadora" sobre la muerte de Hiler, con lo siguiente:

Según parece, el amigo de un amigo de alguien digno de toda confianza asegura haber visto al famoso árabe pescando este verano en un apartado rincón del balneario Valizas.


Fuente de la información (sic): http://www3.elpais.com.uy/suplemento/cu ... 20323.html