Publicado: Mar Feb 03, 2015 1:19 am
20. Bunker (Konz)
Hola Wyrm.
O eso, o el Balrog de Moria. Mejor dejarlo como está...
Bien, la semana pasada en las afueras de Konz, casi llegando a Kupphaus en dirección a Wiltingen me encontré con los restos de otro bunker. Se econtraba cerca de la carretera, en un pequeño campo a mano izquierda, y ya había pasado por delante algunas veces, pero como siempre, no me había fijado en él.
El camino a través del bosque antes de salir a la carretera, como siempre era espectacular:
Al llegar al montículo, los trozos de hormigón delataban la posición del bunker. A pesar de estar en Konz, este era bastante grande, pero no comparable a los monstruos de Ruwer.
Algunos detalles de los restos desperdigados por la zona:
Imaginaos la voladura del bunker por el grosor de las paredes y el techo de hormigón.
La abertura esta vez era muy, pero que muy estrecha. Además, las varas de metal en caso de arañarme la cabeza o la espalda me iban a dejar un bonito recuerdo.
Tras arrastrarme a su interior solo había una pequeña estancia de apenas medio metro de altura, pues el techo se había derrumbado encima del bunker. La sensación era bastante claustrofóbica, así que no permanecí demasiado tiempo en su interior.
Lo más extraño es que en su interior se hallaban los restos de una bicicleta, que no sé como alguien pudo meter en el interior del bunker, pues la abertura era más pequeña que el vehículo de dos ruedas.
Saludos
Hola Wyrm.
O eso, o el Balrog de Moria. Mejor dejarlo como está...
Bien, la semana pasada en las afueras de Konz, casi llegando a Kupphaus en dirección a Wiltingen me encontré con los restos de otro bunker. Se econtraba cerca de la carretera, en un pequeño campo a mano izquierda, y ya había pasado por delante algunas veces, pero como siempre, no me había fijado en él.
El camino a través del bosque antes de salir a la carretera, como siempre era espectacular:
Al llegar al montículo, los trozos de hormigón delataban la posición del bunker. A pesar de estar en Konz, este era bastante grande, pero no comparable a los monstruos de Ruwer.
Algunos detalles de los restos desperdigados por la zona:
Imaginaos la voladura del bunker por el grosor de las paredes y el techo de hormigón.
La abertura esta vez era muy, pero que muy estrecha. Además, las varas de metal en caso de arañarme la cabeza o la espalda me iban a dejar un bonito recuerdo.
Tras arrastrarme a su interior solo había una pequeña estancia de apenas medio metro de altura, pues el techo se había derrumbado encima del bunker. La sensación era bastante claustrofóbica, así que no permanecí demasiado tiempo en su interior.
Lo más extraño es que en su interior se hallaban los restos de una bicicleta, que no sé como alguien pudo meter en el interior del bunker, pues la abertura era más pequeña que el vehículo de dos ruedas.
Saludos