Publicado: Mié Sep 28, 2011 1:45 am
Creo que no hay palabras para describir nuestros sentimientos al ver este magnífico reportaje. Incluso en la distancia, por unos momentos se me ha encogido el corazón viendo las fotos y leyendo los comentarios. Y si es así, a miles de kilómetros, no puedo ni imaginar cómo tiene que ser encontrarse allí mismo y compartir, aunque sea por unos breves momentos y tan lejos en el tiempo, la experiencia de las decenas de miles de soldados de ambos bandos que vivieron y murieron en los alrededores de Stalingrado. Me ha conmovido ver uno de los discretos monumentos en los cuales un casco alemán y uno ruso comparten el espacio, hermanados, al final, pese a todo.