Publicado: Dom Sep 25, 2011 12:51 am
por ParadiseLost
Peschanka y Pitomnik

El segundo día de nuestro viaje a Volgogrado, Alexander se prestó a llevarnos con su 4x4 a varios lugares en las afueras de la ciudad, de bastante difícil acceso, sobre todo el antiguo aeródromo de Pitomnik, hoy perdido en la inmensidad de la nada.
A las 10 de la mañana salimos en dirección a Peschanka, un pueblecito en las afueras de Stalingrado. El paisaje que pudimos ver es el típico de aquella zona: la estepa, llana, lisa, interminable...

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Las casas del pueblo son las típicas construcciones de madera, las mismas que en el año 1942, formaban la mayor parte de los suburbios de Stalingrado, tanto al norte como al sur, y que ardieron como teas tras el bombardeo de la Luftwaffe el 23 de agosto. Hasta no hace mucho, los habitantes de la zona aun utilizaban las vainas de los proyectiles de la artillería para construir sus vallas.

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Y por fin llegamos al monumento que se erige en medio de la estepa, en memoria de los caídos durante la batalla de Stalingrado. El monumento fue construido gracias a la recaudación de la organización austriaca "Comité de 50 años de Stalingrado". Hace poco el monumento fue manchado con pintura (quizás a causa de su procedencia) y las manchas en el óxido aun son visibles hoy en día.

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En los alrededores del monumento, aun son visibles los restos de los búnkers de las divisiones alemanas que estaban acantonadas en la zona. Hoy en día sólo quedan montículos y hoyos que delatan la antigua posición de los búnkers alemanes, la mayoría construidos con troncos de madera dentro de las balkas, como la fotografía que adjunto de mi colección privada de Stalingrado.

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Os dejo un breve video, en la que puede apreciarse el monumento y las inmediaciones con los restos de los bunkers.



Desde allí nos dirigimos hacia el antiguo aeródromo de Pitomnik, punto neurálgico del VI Ejército, y junto con Gumrak, los dos aeródromos más importantes en el Kessel de Stalingrado. En algunos momentos, el camino se complicó un poco.

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A los lados del angosto camino de tierra, se sucedían infinidad de antiguos búnkers, como los de Peschanka.

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Justo antes de llegar a Pitomnik, Alexander se detuvo en una balka, donde recientemente había habido algunas excavaciones, y allí encontramos algunos tesoros, al menos para mí, ya que es algo habitual encontrar ese tipo de cosas para alguien que vive en Volgogrado y se dedica a recorrer los campos de batalla. Los búnkers que en el pasado ocuparon ese barranco, pertenecieron a la 371 Infanterie Division.

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Vista general de la balka.

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Después llegamos a lo que otrora fue la pequeña población de Pitomnik, de la que hoy en día no queda absolutamente nada, sólo los restos de una antigua presa, donde se dice que aun están esculpidos en la piedra, los nombres de algunos soldados alemanes, pero o bien se han borrado con el tiempo, o bien nunca lo estuvieron.

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Y por fin llegamos a Pitomnik, que hoy en día es un campo de cultivo, donde no queda resto alguno del antiguo aeródromo. Con un detector de metales y algo de paciencia, seguro que la pesca es fructífera.

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Alexander en medio del antiguo aeródromo.

Justo al lado contrario, se encontraban las instalaciones de la tropa auxiliar, y aun pueden apreciarse algunos montículos.

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Os dejo un pequeño video de la presa de Pitomnik y del campo donde se encontraba el aeródromo.



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Fuente: http://3.bp.blogspot.com/_L1vlbK3vPMk/T ... le0021.bmp
El aeródromo de Pitomnik, durante el cerco de Stalingrado.

Alois Dorner, un artillero de la 44ª división de infantería que había sido herido en la mano y el muslo izquierdo por las esquirlas de una bomba, lo describió de esta manera: "Aquí reinaba la mayor miseria que he visto en toda mi vida. Un inacabable quejido de los heridos y moribundos … muchos de los cuales no habían recibido ningún alimento durante días.No se daba más comida a los heridos. Las vituallas estaban reservadas para loscombatientes".

Después dela visita, nos dirigimos hacia Rossoschka, por el antiguo camino que unía Pitomnik y Gumrak, camino que realizaron las tropas alemanas a pie a partir del día 16, huyendo del avance soviético, y en el que murieron infinidad de soldados de frío y desnutrición antes de llegar a Gumrak. Nosotros lo hicimos en verano y en un cómodo coche, pero ver cruzar los cuervos por encima del camino mientras avanzábamos hacia Rossoschka me dio mala espina, al recordar la desbandada alemana en enero del 43.

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El próximo episodio será Rossoschka, un cementerio que no deja indeferente a nadie.
Saludos