Publicado: Mar Sep 20, 2011 11:07 pm
por ParadiseLost
Hola a todos.
Y por fin llega el plato fuerte del viaje a Rusia, Volgogrado. Allí permanecimos 4 noches y cinco días antes de coger un tren a San Petersburgo (35 horitas, nada más y nada de menos de viaje).
El viaje a Volgogrado desde Moscú lo hicimos en avión, en una compañía de esas pequeñas llamada UTAir. Ya sólo ver que por el avión se entraba por la parte posterior me dio mala espina. Estoy un poco acostumbrado a volar, pero de ese vuelo me acordaré siempre, pues el avión se movía más que una cometa en un día de viento, y el despegue y el aterrizaje fue un poco violento, por llamarlo de alguna manera.
Sólo aterrizar en Volgogrado (a punto estuve de emular a Juan Pablo II besando el suelo) vino a recogernos en su coche Alexander.
¿Qué decir sobre Alexander? A pocas personas he conocido como él, tan generosas y atentas. La totalidad del sábado y del domingo la pasó con nosotros y nos llevó en coche a multitud de lugares poco turísticos que sólo los amantes de la IIGM conocen en Volgogrado (sin su 4x4 hubiera sido imposible llegar a Pitomnik). Y sus conocimientos sobre la batalla de Stalingrado son increíbles, sobre todo sobre las divisiones alemanas y el lugar que ocuparon durante la batalla, así como de sus generales. Además posee una colección de objetos encontrados en los campos de batalla realmente envidiable: Erkennungsmarken, medallas, hebillas, cascos... y algunos documentos como uno que posee firmado por el mismo general Stempel.
Dese aquí me gustaría agradecerle el esfuerzo que hizo y la atención que nos brindó durante los cuatro días que estuvimos allí. Sin duda un viaje inolvidable y que estoy seguro que volveré a hacer a medio plazo, cuando pueda chapurrear un poco de ruso (ese es mi primer objetivo).


El centro de la ciudad (I)

Para empezar el tour sobre Stalingrado, visitaremos primero el centro de la ciudad, partiendo del eje Estación central - Embarcadero del Volga, que es una amplia avenida llamada la Avenida de los Héroes Caídos perpendicular al Volga, y que une esos dos lugares. A las siete de la mañana, y aprovechando que a esa hora no hacía aun demasiado calor (durante el día llegamos a 37º) me calcé mis botas de siete leguas, y me dispuse a inmortalizar los secretos de la mítica ciudad.

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Esta es la vista que teníamos desde el hotel. El Volga al fondo, y el muelle donde desembarcaban las tropas soviéticas.

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Partiendo desde el muelle y en dirección oeste, subiendo por la Avenida de los Héroes Caídos, nos encontramos con un pequeño memorial en honor a los héroes del Ejército Rojo.

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La Avenida de los Héroes Caídos. Al fondo el Volga y el muelle.

Siguiendo la Avenida de los Héroes llegamos a la Plaza de los Héroes Caídos, antes la Plaza Roja de Stalimgrado, donde hoy en día aun sigue en pie su famoso obelisco, erigido en honor de los bolcheviques caídos durante la Revolución rusa. Volgogrado fue una ciudad importante a nivel estratégico donde se enfrentaron el Ejército Rojo y las tropas del Zar.

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La llama eterna en la base del obelisco, siempre adornada con ofrendas florales.

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Fuente: http://www.volfoto.ru/stalingrad/before ... photo=3105
El obelisco antes de la guerra.

Justo antes de llegar al obelisco, se encuentra un pequeño monumento que puede pasar desapercibido, pero al intentar leerlo, si se conoce un poco el alfabeto cirílico, aparece un nombre que nos sonorá: Rubén Ruiz.
Rubén Ruiz Ibárruri fue el único hijo varón de la dirigente comunista española Dolores Ibárruri "La Pasionaria", que combatió en Stalingrado, siendo herido en la zona de Kotluban, muriendo pocos día después por la herida recibida. Se le concedió la máxima condecoración, Héroe de la Unión Soviética a título póstumo.

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Rubén Ibarruri junto a su madre.
Fuente: http://www.euskomedia.org/aunamendi/122516#0

Un poco más arriba, y ya acercándonos a la Estación central, nos topamos con unos jardines bastante descuidados, que otrora fueron testigos de la última resistencia de la bolsa en el centro de Stalingrado donde se hallaba Paulus con los restos del VI Ejército. Aquí es donde se libraron los últimos combates en el centro de la ciudad.

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A mano derecha, siguiendo en dirección a la estación central, se encuentran los restos de los almacenes Univermag, último cuartel general del VI Ejército donde Paulus capituló, pero ya nos centraremos en este lugar de forma independiente, pues hay mucho material fotográfico que aportar.

Un poco más arriba de la Avenida de los Héroes Caídos, a mano derecha, y dentro de un patio interior bastante escondido, nos topamos con los restos de la famosa fábrica de clavos, donde el capitán Dragan ofreció una feroz resistencia al avance del LI Cuerpo del general de artillería von Seydlitz, las primeras semanas de la batalla de Stalingrado. Más tarde, el capitán Dragan comandaría la defensa de la casa Pavlov, después de la muerte del capitán Naumov. Las fotos de los agujeros en las paredes del edificio son espectaculares.

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Saludos