Publicado: Mié Mar 28, 2012 1:04 am
por grognard
Hago una seña a Hans y Gunther, y espero mientras ellos se mueven hacia mis flancos. Cuando calculo que están en posición, les hago una señal y comienzo a avanzar, atento al frente. Al principio el camino es fácil. La tierra helada permite un movimiento fácil y sin problemas. Pero la nieve comienza a acumularse y al poco más que movernos, prácticamente nadamos. Me giro y puedo ver cómo Hlaine ha comenzado a moverse. Miro a mis lados. Hans se ha retrasado un poco, pero Gunther parece haber encontrado terreno firme bajo sus pies y está ligeramente adelantado. Me muevo hacia adelante, con esfuerzo. Al poco, estoy sudando por el esfuerzo. Moverse con la nieve por encima de las rodillas es complicado. Es como avanzar contra corriente. Cuesta moverse, cada paso adelante requiere voluntad y constancia. Me concentro en los pasos. Izquierda, derecha, izquierda, derecha... El sudor comienza a meterse lentamente en mis ojos. Aprieto con fuerza mi arma. Sigo avanzando mientras miro al frente, intentando distinguir algo en la neblinosa oscuridad. No se ve ningún movimiento. Percibo, más que veo, a mis compañeros a los lados y detrás de mí. Vuelvo a comprobar sus posiciones. Ahora volvemos a estar igualados. Miro de nuevo al frente. No sé cómo lo he hecho, pero he cubierto ya más de la mitad del camino. Y sigue sin verse ningún movimiento. Parece que, contra todo pronóstico, conseguiremos pasar.