Publicado: Dom Mar 25, 2012 12:06 pm
por Wyrm
Tras el comentario, afortunado o desafortunado -según quien lo oiga-, de Krueger, el gefreiter Adler le echa una mirada que da miedo. Sus ojos, fijos en el Unterfeldwebel, podrían ser los de un loco homicida, aunque en este caso, más parecen, sólo, los de un loco fanático.
- No me mires así, Gefreiter -Le dice Krueger cuando observa como le está matando con los ojos- Ya sabes que yo no voy, no tendrás esa suerte...
Krueger, tanto o más frío que el tiempo que corre, coloca su pipa en la boca, y sin apartar la mirada del operario de radio, exhala una gran cantidad de humo que se acrecenta por el vaho de su respiración.
- Bah, algún día te darás cuenta... -Dice Krueger dándose la vuelta, dejando su espalda dirigida hacia Adler

Con una especie de gruñido gutural, Adler da media vuelta y se introduce en el refugio, al tiempo que Günter aupa la Mg42 al hombro de Hans, y Bittrich, más burro que un arao, prueba a golpear al aire con su pala de mano imaginando que tiene delante al enemigo.
El Unteroffizier Heinz sale al exterior, junto con los muchachos que aún quedaban dentro, para despediros.