Publicado: Mar Mar 06, 2012 1:23 am
por Wyrm
Poco después de que Bielki saliera al exterior del refugio, volvió a entrar. Tras dedicar unas palabras al grupo con las que daba a entender que iba a acostarse, se tumbó, tapó y al poco comenzó a roncar.
Tal vez fuese el alcohol, o que la historia de herr Hlaine aburre de tanto escucharla, o simplemente el cansancio acumulado, pero Bittrich y Böhme no tardaron en seguir a su compañero de batallón y sumirse en un profundo sueño.

Quizás fueran sólo diez minutos de calma, como pudieron ser más de dos horas, pero el "plácido" descanso que los tres soldados estaban teniendo, se vio truncado al momento por un gran estruendo, seguido de mucho movimiento a su alrededor, y por gritos provenientes del exterior. Gritos de alarma.
El refugio comenzó al temblar cuando fuertes impactos de proyectiles azotaron las inmediaciones. Una gran cantidad de polvo y tierra se desprendio del techo cayendo sobre todos los que estaban en el interior, dejándo su pelo y sus uniformes de un tono marrón-grisáceo.

-¡Vamos despertad! ¡Están en retaguardia! -Gritó Hlaine mientras corría hacia el exterior con su fusil agarrado-

El único que ya quedaba en el interior era el Unterfeldwebel Krueger, quien tras coger su Mg34, dio una "suave" patada a Bittrich para espabilarlo, destapó a Bielki a toda velocidad, y, agarrando de la solapa a Böhme para levantarlo, gritó para que os despejéis.
-¡Venga soldados! ¡Demostrad al grupo de lo que sois capaces!- Y seguido salió hacia el exterior, con el ruido de fondo de la Mg42 colocada en el exterior soltando ráfagas y los fusiles y subfusiles disparando de vuestros compañeros, mientras más explosiones, cercanas, continuaban haciendo temblar el lugar.